Fue en el año 2006 cuando la anterior conselleira de Vivenda, Teresa Táboas, se comprometió a levantar la primera residencia universitaria pública de A Coruña, y convocó un concurso de ideas en el que participaron arquitectos de todo el mundo. Después de elegir el diseño finalista, comenzaron los trámites para modificar el PGOM para poder levantar el complejo.
Sin embargo, este trámite se encontró con distintas dificultades, puesto que la anterior Consellería de Política Territorial descubrió varias incorrecciones en este cambio del documento urbanístico, con lo cual el proceso estuvo bloqueado durante casi un año. A finales del 2008 se llegaría por fin a una aprobación definitiva del PGOM para la puesta en marcha de las obras, se convocaría el concurso, e incluso ya se solicitaría la licencia al Ayuntamiento para iniciar los trabajos, un permiso que fue efectivo en marzo del 2009.
Sin embargo, ese mismo mes se celebrarían las elecciones autonómicas y llegaría el cambio de Gobierno y un nuevo parón en el proceso. Los nuevos responsables de la Consellería de Medio Ambiente, Vivenda e Infraestruturas reconocieron que el proceso no estaba todo lo avanzado que se creía en un principio, y que todavía quedaban varios flecos por concretar, así como en las expropiaciones de terrenos.
Además, en marzo de este año, desde la Xunta solicitaron a la UDC que asegurase la viabilidad del proyecto, algo que la institución académica coruñesa certificó debido a la gran demanda de este tipo de instalaciones. Después de varias semanas de negociación, finalmente ambas instituciones han llegado a un acuerdo que se sellará en los próximos días.