Clases con caracoles y gusanos

Dolores Vázquez A CORUÑA/LA VOZ.

A CORUÑA

La Escola Infantil As Mariñas, situada en Orillamar, apuesta por que los niños conozcan de primera mano la fauna más próxima e interactúen con ella

27 may 2010 . Actualizado a las 12:17 h.

El planeta tierra y numerosas estrellas colgando del techo reciben a los visitantes y alumnos en el hall de la Escola Infantil As Mariñas y allí también se encuentran, para que los 61 niños del centro puedan verlos, los terrarios en donde están los gusanos de seda y los caracoles con los que realizan actividades medioambientales, con las que participan en el programa Voz Natura, de la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre.

Carmen de Nieves Lamas, directora de este centro de primer ciclo de la Xunta, apunta que el programa se enfoca para los dos grupos de niños de 2 a 3 años. «De lo que trata es que observen animales de su entorno inmediato y, por ejemplo, en el caso del caracol recreamos su hábitat, logramos que se reproduzcan y los niños observan sus habilidades, como los equilibrios en una cuerda, su morfología o de lo que se alimentan, incluso la variación de sus excrementos según lo que se prime en su comida», explica.

Durante la práctica de ayer los caracoles decidieron no apostar por el funambulismo y se resistieron a aguantar en la cuerda, por lo que se optó por otro tipo de observación. Las profesoras dan recomendaciones a los niños de cómo deben cogerlos, «por la concha», e intentan que sean conscientes de que en esas antenas por las que se sienten irresistiblemente atraídos para tocar tienen los ojos del animal.

Entre las prácticas están observar cómo los caracoles, de los que aprenden canciones, no son cafeteros, y el simple olor de este alimento los hace «huir», eso sí, a la velocidad que les permite llevar la casa a cuestas.

Los pequeños de la Escola As Mariñas, situada en Orillamar, también disfrutan con los gusanos, que tienen la posibilidad de cuidar en casa, por turnos, los fines de semana. Se los llevan en cajas de zapatos y con una hoja de instrucciones para que crezcan sanos, entre las que se incluyen desde consejos sobre su comida hasta cuidados como que no les dé el sol. En la hoja también reciben información sobre un total de seis parques de la ciudad donde pueden encontrar hojas de morera con que alimentarlos. En el caso del centro cuentan en el patio -donde tienen un huerto en el que este curso han plantado lechugas, zanahorias, fresas y ajos- con una morera con la que alimenta a estos gusanos de seda.

Los gusanos que ayer no dudaban en coger sin miedo en sus manos varias niñas, aunque después tenían problemas para volver a dejar en el terrario porque se agarraban «fuerte» con sus patas, salieron de los huevos de las mariposas del año pasado y los pequeños pueden comprobar todo el ciclo de su vida.

Las educadoras de esta escuela infantil aprovechan el huerto para enseñar a los niños cómo se comportan otros animales, como las mariquitas, en un entorno más natural, aunque Carmen de Nieves Lamas reconoce que de la zona de plantación lo que más les gusta a los pequeños es regar.