La plataforma Ventorrillo dice que los políticos «miran para otro lado con la droga de Penamoa»
A CORUÑA
«Todos somos muchos y juntos podemos». Este es el lema de la plataforma Ventorrillo, creada hace unos meses, que se reunió ayer en el colegio María Barbeito con unos cien vecinos para denunciar que «los políticos miran para otro lado ante el problema de la droga en Penamoa». El encuentro comenzó con un vídeo para poner imágenes a las palabras de Ana Oreiro, la presidenta de la plataforma, quien habló por muchos habitantes de la zona.
«La concejala Longueira nos prometió que a finales de junio se iba a terminar el problema de la droga y el chabolismo -recordó la vicepresidenta-; si llegada la fecha todo sigue igual, tenemos que movilizarnos». La mayoría de los asistentes asintieron con la cabeza ante la idea de manifestarse. Ya han comenzado a poner carteles por la calle denunciando la situación, ante lo que se quejó un vecino por su ilegalidad. Oreiro le respondió: «Vender droga también está prohibido». A pesar de reconocer la intención del Ayuntamiento de desalojar el poblado, la plataforma opina que eso no soluciona el problema de la delincuencia. Una vecina pidió la palabra para poner un ejemplo de este problema. Ayer por la mañana, una hilera de coches estacionados en la calle Salorio Suárez aparecieron con sus cristales rotos. La vicepresidenta quiso recalcar la fecha del 25 de marzo: «Desde ese día lleva una caravana a modo de vivienda en nuestro barrio. Pusimos una denuncia. A día de hoy, sigue aquí». Y añadió que había que hacer algo, ya que los demás «no hacen nada», y aludió a la fuerza vecinal para conseguirlo.
División entre vecinos
En la reunión, algunos vecinos no estaban de acuerdo con las ideas propuestas: «Hay que dar un voto de confianza a los políticos. Además, no me gusta nada que se formen grupitos sin contar con la asociación de vecinos». Esta agrupación ha comunicado que no tiene ninguna vinculación con la plataforma y considera que se el poblado chabolista está en la etapa final de su desmantelamiento, recordando que más del 80% del poblado ya ha desaparecido sin la menor incidencia. Por eso consideró «nefasta» una movilización ahora.