El Ayuntamiento derribó ayer por la mañana tres infraviviendas más en el poblado chabolista de Penamoa en aplicación del plan especial de integración municipal. Con el desmantelamiento de estas chabolas se ha liberado ya alrededor del 60% de la superficie que ocupaba el poblado.
La concejala de Servicios Sociales, Silvia Longueira, destacó ayer que este derribo es «un paso más» hacia la desaparición del asentamiento y valoró el trabajo realizado hasta ahora por los técnicos municipales y la policía local. «Hemos trabajado de forma individualizada con cada una de las familias, atendiendo a sus necesidades específicas como el tipo de actividad que desarrollan, el número de miembros, de niños, de personas mayores? Y se realiza a cada uno de ellos un seguimiento también individualizado para garantizar su adaptación a su nueva situación», subrayó Longueira.
Desde el Ayuntamiento indicaron que las tres familias que hasta ahora habitaban las construcciones derribadas ayer han sido integradas y desarrollan su nueva vida en viviendas normalizadas. En este momento siguen viviendo en el poblado 35 familias (un centenar de personas), de las que 15 se han adherido al plan de integración y abandonarán el poblado en el plazo de un mes. Las otras 20 que no se han acogido al plan municipal, según explicaron desde el Ayuntamiento, deberán irse del asentamiento por voluntad propia o bien con la intervención judicial y de la policía.
Según los datos aportados por el gobierno local, ya son 114 chabolas y galpones los que han sido derribados en el marco de desarrollo del plan especial de Penamoa, lo que supone que más del 60% del poblado. Además, la comisión permanente de integración ha ratificado 79 compromisos de adhesión al plan, de los que la mayoría han concluido con unidades familiares integradas y desarrollando su vida en viviendas normalizadas, lo que significa que unas 170 personas han abandonado la condición de chabolistas.