Una actividad ilegal en la que confluyen delitos de falsificación y vulneración de la ley de extranjería

La Voz

A CORUÑA

22 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Tanto la Policía Local coruñesa como la Nacional vienen realizando en los últimos años diferentes acciones para tratar de resolver una situación en la que confluyen dos problemas: la venta ilegal de productos y falsificaciones, sobre todo cedés, deuvedés, bolsos, relojes y pañuelos; y la permanencia irregular de los vendedores inmigrantes.

La Policía Nacional, con competencias en materia de extranjería, y los agentes locales llevan a cabo diferentes acciones, bien de modo individual bien de forma coordinada, y «todas las semanas se realizan intervenciones, de patrullas a pie o en coches», aseguran desde la Policía Local.

El director de Seguridad Ciudadana confirmó hace unos meses que no se ha detectado un incremento en el número de personas que se dedican a esta actividad ilegal en las calles coruñesas, si bien consideró que coincidiendo con el aumento en la afluencia de público y visitantes en las zonas más concurridas de la ciudad su presencia resulta más conflictiva.

Perjudicados

Los comerciantes del Área Obelisco, por su parte, consideran que la situación es «inaguantable» y opinan que se ha dejado «que crezca», que no solo lesiona y perjudica los intereses comerciales de un colectivo que «paga religiosamente sus impuestos», subrayan, sino que, a su juicio, daña y deteriora también la imagen de la ciudad. Los empresarios, que aseguran que su intención «no es impedir que se ganen la vida», reclaman que las autoridades regulen este tipo de venta ambulante, dentro de las exigencias que marque la legalidad, en otro lugar de la ciudad. En temporadas pasadas, la entidad había manifestado su malestar con protestas como el apagado de escaparates.