El primer teniente de alcalde, Henrique Tello, aseguró ayer que en su opinión la esvástica hallada en la entrada del cementerio civil de San Amaro «debe ser retirada».
El portavoz del grupo municipal del BNG basa su posicionamiento a favor de eliminar la cruz nazi precisamente en su significación como símbolo de un movimiento responsable del genocidio judío. «En canto que é un símbolo nazi, en calquera sitio que aparecese debería ser retirado, aquí ou en calquera outro lugar», indicó el dirigente nacionalista.
Tello comparte la sorpresa generalizada, que ya expresaron los demás partidos de la corporación coruñesa y el equipo socialista de gobierno, y aseguró que no tenía conocimiento de la existencia del mausoleo alemán hasta la publicación de la noticia en La Voz, y ayer aseguró no contar con suficiente información. No obstante, subrayó que «se hai algo que represente a memoria histórica no seu sentido máis negativo é isto», indicó en alusión a los vestigios del movimiento nazi diseminados en diferentes puntos de la geografía.
Dado que, según las primeras noticias, la construcción descubierta en San Amaro carece de valor arquitectónico alguno, el también concejal de Promoción Económica consideró que no existen argumentos que avalen su conservación en el cementerio municipal, de ahí que reclame la retirada de la cruz gamada. «Iso non ten máis ca valor negativo», concluyó.
Comisión pola Memoria
El representante del BNG y miembro del ejecutivo local coincide plenamente con la solicitud realizada por la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica, cuyo presidente, Manuel Monge, aseguró el lunes que trasladaría de inmediato al gobierno local la petición urgente de que los restos del mausoleo nazi del cementerio de San Amaro sean destruidos. A juicio de Monge, el hecho de que los restos mortuorios estén situados justo junto a una placa dedicada a los que lucharon por la libertad y a una escultura en honor a los republicanos agudiza aún más la incongruencia de su mantenimiento.
En opinión de la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica, es un sinsentido que la simbología nazi permanezca en A Coruña justo en un lugar donde descansan «persoas que precisamente loitaron contra o fascismo». De ahí que Monge espera que la Administración municipal responda con prontitud a la solicitud planteada y proceda de inmediato a la rápida destrucción de los restos funerarios localizados en el acceso al cementerio civil.