El Gobierno español ha retirado formalmente la petición de ayudas europeas para pagar los sobrecostes del puerto exterior de Gijón, que elevaron en más de un 40% el precio inicial de la obra. La Comisión Europea ya había advertido de que no sufragaría esos gastos dado que su licitación había incumplido las normas europeas sobre contratación pública. «España ha confirmado por escrito que no solicitará esa financiación», asegura el comisario de Política Regional, Pawel Samecki, en una respuesta al eurodiputado popular Salvador Garriga.
El puerto exterior de Gijón tenía un presupuesto inicial de 580 millones de euros, de los que que cerca de 250 millones correspondían a la financiación comunitaria. Los costes del proyecto se elevaron en 262 millones cuando las empresas adjudicatarias tuvieron que cambiar de proveedor para adquirir la piedra necesaria para los rellenos y los cerca de cuatro kilómetros de nuevos diques.
Ilegal
La Autoridad Portuaria de El Musel adjudicó entonces la compra de piedra sin convocar concurso público, y se planteó pedir a Bruselas otros 135 millones de euros para pagar parte de los gastos. En mayo pasado, la Comisión advirtió de que no podía financiar esa operación porque era ilegal.
Según Samecki, Bruselas también está estudiando los contratos iniciales del proyecto, una investigación que el comisario prevé concluir «en breve».