Más de 200 vecinos del Ventorrillo piden el fin de la droga a las puertas de Penamoa

A CORUÑA

22 oct 2009 . Actualizado a las 16:12 h.

Vecinos del barrio del Ventorrillo quisieron demostrar con su marcha a Penamoa que ahí nadie puede entrar si no es para vender o comprar droga y la experiencia les dio la razón. Más de 200 vecinos llegaron hasta los límites del poblado y en la frontera se quedaron porque un grupo de residentes en el asentamiento chabolista se parapetaron junto a las chabolas desafiando la manifestación. Hubo gritos de un lado y otro, con la policía en medio. Los vecinos optaron por permanecer a cierta distancia, sin contestar a los provocadores gestos de algunos de los residentes en el poblado. Agentes de la Policía Nacional y de la Local escoltaron a los manifestantes en una travesía pasada por agua y colmada de paraguas.

Durante diez minutos, los vecinos del Ventorrillo gritaron e hicieron sonar silbatos en protesta por la venta «descarada y masiva» de droga. Llegaron caminando desde las cercanías del centro de salud y se acercaron a los límites del asentamiento tras un recorrido por A Silva. «Fóra droga de Penamoa» y « Penamoa es de todos» fueron las proclamas más escuchadas en una manifestación que, según la presidenta de la asociación de vecinos, sirvió para «demostrar a las autoridades que no se puede acceder a Penamoa, que es un lugar vetado a los ciudadanos, que tienen miedo». Rosa Barreiro insistió en que a pesar de las promesas, «la droga sigue vendiéndose como siempre». La responsable vecinal afirma que «todo el mundo sabe los nombres y los apellidos de los vendedores de droga y, aun así, nada se hace para su detención y, por consiguiente, para el desmantelamiento de este punto de droga».

Por su parte, la concejala de Servicios Sociales, Silvia Longueira, acusó ayer al delegado de la Xunta en A Coruña, Diego Calvo, de mentir a los vecinos de Novo Mesoiro con respecto a la adjudicación de los pisos protegidos en el barrio. «El señor Calvo, que desde que llegó a su puesto no se ha dedicado más que a mentir, manipular y difamar al gobierno local sin haber realizado ni una sola aportación de calado para esta ciudad, continúa su burda estrategia a cuenta de los pisos protegidos de Eirís y Novo Mesoiro», señaló Longueira.

La concejala subrayó que «tal y como tuvo que reconocer el PP en su día, las listas de adjudicatarios de pisos protegidos en Eirís y Novo Mesoiro se han confeccionado conforme al decreto aprobado por la Xunta en el 2004 bajo el gobierno de Manuel Fraga, hay 188 familias esperando la adjudicación de los pisos desde que el el Ayuntamiento entregase la licencia de primera ocupación en marzo pasado y el Ayuntamiento, es decir, todos los coruñeses, está colaborando en el pago del alquiler de muchos de los perjudicados por este retraso solo achacable a la Xunta».

La concejala aseguró que tanto Diego Calvo como Carlos Negreira son «esclavos de sus mentiras, reiteradas durante los últimos años».

O Cruceiro

Por su parte, en la asociación de vecinos Castrillón-O Cruceiro tuvo lugar una asamblea informativa para explicar a los residentes los avances en el tema de los realojos.

Los representantes vecinales indicaron que, tras la reunión mantenida con el delegado territorial de la Xunta en A Coruña, estiman que finalmente irán a vivir a esa zona alrededor de diez familias procedentes de poblados chabolistas, en vez de las 22 que se habían previsto en un primer momento. En ese sentido, manifestaron que aunque les parece una buena noticia, creen que, aun así, es todavía un número excesivo. Por ello van a solicitar una entrevista con Javier Losada.