La zarzuela se convirtió en «mímica»

J.B. / R.I.

A CORUÑA

El público recriminó a los responsables de sonido de la gala en la plaza de María Pita.

28 ago 2009 . Actualizado a las 18:50 h.

Los problemas con el sonido ennegrecieron la gala de la Antología escénica de la zarzuela que interpretó ayer la Compañía Lírica de Galicia. Ante unas 4.000 personas que llenaban todos los asientos instalados en la plaza de María Pita, los constantes fallos con los micros que recogían las voces de los artistas marcaron el espectáculo hasta el punto de que se registraron abucheos entre el público.

Todo empezó en la cuarta pieza del recital, el dueto de Caballero del alto plumero , de la zarzuela Luisa Fernanda . En él, la soprano Teresa María Vázquez hacía de Carolina y Cesáreo Torres interpretaba el papel de Javier. Este último corteja a Carolina ofreciéndole un ramo de flores, y el fallo en las voces provocó que la escena se quedase en una suerte de mímica. Esta se multiplicaba por tres pantallas de vídeo, mientras a lo lejos se podía escuchar la música de la orquesta.

La situación anómala provocó de inmediato el murmullo entre el público, totalmente desconcertado ante lo que estaba sucediendo. Los técnicos de sonido intentaban arreglarlo sobre la marcha, pero los ajustes generaban unos molestos crujidos por los altavoces, sin que la voz retornase. En ese momento fue cuando se pudieron escuchar voces gritando «¡No se oye!» y algunos abucheos y pataleos provenientes de las gradas.

Al término del fragmento de Luisa Fernanda , algunos espectadores gritaron «¡El sonido!» una vez más y alguno de ellos incluso se dirigió a los acomodadores para que hicieran llegar su queja a la organización. «Esto es una falta de respeto al público y a los artistas. Dígaselo a quien dirija esto», se podía escuchar a una de las espectadoras del fondo.

Aunque los problemas parecía que se habían arreglado al término de la pieza citada, minutos después reaparecieron los crujidos y las deficiencias. En un momento dado, se detuvo el espectáculo para intentar subsanar los problemas de sonido, con lo que el enfado del público fue en aumento. Se escucharon silbidos y ello provocó a su vez que parte de a audiencia reclamase respeto para los artistas. Consideraban que, pese a las complicaciones a las que se enfrentaban, estaban haciendo gala de una gran profesionalidad terminando el programa tal y como estaba establecido.

«Cuasi desastroso»

El concejal de Fiestas, Carlos González-Garcés, se lamentó profundamente por lo ocurrido y calificó el sonido del recital de «cuasi desastroso». Aunque el espectáculo figure dentro del programa de fiestas y entre dentro de las competencias de su concejalía, aclaró que el Ayuntamiento contrató a la compañía encargada de la gala y que esta, a su vez, subcontrató la orquesta y el sonido a una empresa.

Asimismo, González-Garcés indicó que, a pesar de que hubo protestas, silbidos y abucheos, tal y como se desarrolló la gala el público se comportó de forma »maravillosa y elegantísima».