La noche de San Juan puede con todo. La última locura la están organizando unos jóvenes que quieren aprovechar la gran aglomeración de personas en la playa la noche del 23 para batir un rebuscado récord Guinness. Lejos de ir a lo sencillo, como alzarse con el galardón por la mayor sardiñada del mundo o la más grande congregación de personas con los pies descalzos, se propusieron juntar al mayor número de individuos jamás reunidos con el puño dentro de la boca.
¿Una broma? ¿Lograr un imposible? «No, simplemente, pasarlo bien», explica Miguel Ángel Sánchez Torres, el joven pionero al que se le ocurrió proponer en la red social Tuenti un evento de estas características. En una semana ya confirmaron su participación cerca de 500 personas. Su deseo es que toda la playa, desde la zona de las esclavas a Matadero, se meta el puño en la boca.
La idea la comenzó a barruntar en abril. Junto a un grupo de amigos, Miguel Ángel, muy dado a practicar y presumir de las más inverosímiles habilidades, como la música bucal o la elaboración de pompas voladoras fabricadas con saliva, intentó demostrar que a él le entraba el puño en la boca. Le entró. Entonces, sus amigos lo imitaron. Y así nació la idea. ¿Por qué no batimos un récord Guinness? ¿Qué mejor ocasión que la noche de San Juan, donde se reúnen más de cien mil personas?
Así que lo colgaron en la red. Y poco a poco, sus amigos comenzaron a multiplicar las invitaciones al evento. Y van a una media de ochenta confirmaciones de asistencia al día. Ahora están tratando con la organización Guinness los trámites para fijar el récord. Tanto Miguel Ángel, como sus colaboradores, Mateo Goday, Carlos Mariño y Óscar Alemán quieren ver a la playa entera con la burlona postura, algo para lo que muy pocos están dotados. No está al alcance de aquellos que disfrutan de boca de piñón o con la mano como una yogurtera. No obstante, «hay que intentarlo y, si no es el puño entero, que al menos sean los dedos».
Así las cosas, todo el que quiera unirse al reto Guinness, en la noche de San Juan, a las dos de la madrugada, los organizadores se dejarán ver con una pancarta en la zona de la playa situada a la altura de la cafetería Gastof de Juan Canalejo. Los esperan «a puñados».