La policía evita que se ponga música en los dos «after» de la plaza de Vigo

La Voz

A CORUÑA

20 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Los dos after-hours de la calle del Pintor Joaquín Vaamonde, en la zona de la plaza de Vigo, se plegaron a la orden de cese de actividad hecha pública por el Ayuntamiento el jueves. Mientras que uno de ellos, la cervecería La Sala, no llegó ni tan siquiera a abrir sus puertas, el otro local al que apuntaban los dedos de los vecinos, el Saqqara, permanecía abierto por la mañana, pero sin música, tal y como especificaba la orden municipal.

Desde primera hora de la mañana, dos furgones de la Policía Local aparcaron uno a cada lado de la calle. Poco después de las siete ya se les podía ver, inspeccionado la zona por si existía algún tipo de irregularidad en los after señalados. En el primer caso, La Sala, se aseguraron de que el local estaba efectivamente cerrado. Ante la posibilidad de que pudiera abrir más tarde, permanecieron en la propia puerta hasta, al menos, las nueve de la mañana. Al lugar también acudieron dos coches del 091.

En el caso del Saqqara, una persona ligada al local permanecía en su puerta informando a los clientes que intentaban entrar. Estos, que fueron llegando paulatinamente entre las siete y las nueve de la mañana, se retiraban desconcertados al ver la situación. Su intención era buscar el siguiente. Cuando, metros adelante, veían que La Sala no había abierto, abandonaban definitivamente la zona.

Satisfacción en el vecindario

A medida que avanzaba la mañana y los vecinos de la zona salían de sus casas, estos iban conociendo la situación y la satisfacción se extendía. Muchos se acercaban expresamente a La Sala y, empujando la puerta, confirmaban que no había abierto. «Ya era hora de que cerrasen esto», comentaba uno de los vecinos mientras desayunaba en una de las cafeterías de la zona, pensando que la policía había obligado a cerrar el local. Cuando le explicaban que no llegó a abrir, reservaba la alegría para el fin de semana: «Los jueves aquí no hay tanto follón. El problema más gordo es la mañana del viernes y la del sábado. A ver si no lo abren también el fin de semana».

Además de los problemas de ruidos e inseguridad, los residentes alertaban de otro que está generando malestar. «Además de lo que se monta aquí, hay un problema especialmente grave en las calles de abajo -comentaba uno de ellos, refiriéndose a Marcial del Adalid y Emilia Pardo Bazán-. Muchos de los clientes de los after llegan en coche, lo aparcan ahí y luego cuando van bien cargados lo cogen. Es un peligro».

Por su parte, el teniente de alcalde Henrique Tello se refirió a la polémica en los micrófonos de Radio Voz en el programa Voces de A Coruña , dirigido por Pablo Portabales. Tello se mostró comprensivo con los vecinos y recordó que el problema de los after-hours es una rémora que viene de muy atrás y sobre la que es necesario actuar. Ante la idea de que la presión vecinal ha sido la solución y que sin ella no se hubieran dado los pasos precisos, el nacionalista indicó que no había llegar a ese extremo e indicó que existía un interés político para agitar el tema. Sostuvo que más que prohibir había que buscar fórmulas de convivencia, para que los derechos de todos pueden ser respetados.