Los «after» burlaban los expedientes retirando los aparatos de música

A CORUÑA

10 jun 2009 . Actualizado a las 12:44 h.

Ninguno de los after-hours de la calle Pintor Joaquín Vaamonde tiene la licencia pertinente para realizar dicha actividad nocturna. En medio de la polémica desempolvada por los vecinos de la zona en los últimos días y la amenaza de organizar patrullas ciudadanas para vigilar el silencio nocturno, el Ayuntamiento de A Coruña ha confirmado que todos los locales desarrollaban su actividad de forma irregular.

Así, en el caso del local La Sala, ubicado en la esquina entre Pintor Joaquín Vaamonde y Marcial del Adalid, el informe municipal detalla que «cuenta con licencia para la actividad de cervecería», y hace notar la presencia de aparatos de reproducción musical. A finales del 2008, el Ayuntamiento dio un primer aviso para retirar dichos aparatos de música. Inspecciones posteriores desvelaron que el local continuaba sin cumplir las exigencias municipales y el pasado 15 de mayo le dio al dueño del local un ultimátum de 24 horas que incumplió, con lo que la Policía acabaría precintando los equipos al día siguiente.

Al otro lado de la calle Pintor Joaquín Vaamonde se encuentra el Saqqara, con licencia de café-bar-cervecería. En noviembre del 2008, tras una expediente abierto por tener reproductores de música, estos fueron retirados y el expediente quedó archivado. Pero posteriormente fue incoado un nuevo expediente por incumplir lo ordenado por la Policía Local y en mayo de este año se ordenó el cese inmediato de la actividad musical.

Práctica conocida

La práctica es bien conocida por los vecinos de la calle. «Cuando les viene la amenaza quitan los aparatos de música y meten mesas y sillas para dar apariencia de café -señala una residente de la ruidosa vía-; y luego viene el inspector del Concello y comprueba que todo se ajusta a la legalidad».

Posteriormente, el Ayuntamiento notifica al vecino denunciante que el local ya cumple con la licencia que posee, pero la tranquilidad nunca es definitiva. «Porque luego vuelven a meter los aparatos de música y el proceso vuelve a empezar con la llamada a la Policía Local», añade la vecina, que muestra varias cartas remitidas por el Área de Urbanismo, Sección Disciplina, del Ayuntamiento de A Coruña.

Otro de los locales lleva clausurado desde marzo de este año. Se trata del Boulevar 21, que contaba con licencia de café-bar-cervecería. Desde octubre del 2007 y entre múltiples alegaciones y denuncias vecinales el Ayuntamiento de A Coruña obligó a realizar una obra de insonorización para reabrir el local, por lo que el dueño acabó desistiendo oficialmente a finales de abril.