La última ola de un surfista

La Voz

A CORUÑA

15 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Un ramo de flores flota sobre el agua en la bahía coruñesa. El mar está en calma, como de luto. Mani mira todavía al agua. Es la mujer de Fernando Torreiro, directivo del club del Mar de San Amaro y subdirector de la Escola de Buceo, fallecido el lunes. Ayer Fernando volvió al mar, a la playa en la que tantas veces fue a coger olas. Ayer había pocas. Quizá lo echaran de menos. Pero ayer fue para quedarse, para cogerlas cada mañana. Allí estaban sus amigos, su hermano Chicho, sus padres... y en torno a un centenar de surfistas que ayer, en lugar de usar la tabla para hacer un tubo, la utilizaron para decir adiós a su amigo.

El ramo continúa flotando. Marca el lugar en el que sus compañeros echaron las cenizas que recorrerán los fondos que tantas veces recorrió Fernando. Porque el submarinismo era otra de sus aficiones. «Le gustaba tanto como el surf», explica su hermano Chicho. Fue él quien avisó de que ayer a las once esparcirían las cenizas de su hermano frente a la playa del Matadero. «Lo único que hice -cuenta- fue avisar de que era hoy -por ayer- a las once de la mañana. Pero mira cuánta gente ha venido», comenta al tiempo que mira a su alrededor y se emociona.

Acaba de salir del mar. Solo unos minutos antes unas cincuenta personas enfundadas en trajes de neopreno se hicieron al mar remando sobre sus tablas. No faltó nadie de los que habitualmente bajan a las playas de Riazor y el Orzán. A escasos metros de la arena, aparcaron la tabla y formaron un gran círculo.

Ahí en el centro fue donde vertieron las cenizas. En lo alto del paseo observaba Mani, los padres del homenajeado, el resto de su familia y compañeros de la Autoridad Portuaria, donde trabajaba. Ellos estaban en tierra. En el mar, junto a los surfistas, en una pequeña embarcación, también estaban otros compañeros de la Escuela de Buceo.

El acto fue rápido, sencillo. Poco a poco los surfistas fueron regresando a tierra. Tito, su amigo, el surfista que lleva más años cabalgando olas en el Orzán, también llegó en el séquito. Con una rosa en la boca...

A medio secar, todos se acercaron a Mani que, emocionada, recibió el pésame de los que tantas veces habían estado con su marido. Fueron llegando poco a poco. Ellos, que no tienen miedo a las olas, estaban ayer emocionados, algunos también dejaron escapar una lágrima rodando por la mejilla.

Los surfistas rodearon luego la fuente de los surfistas y empezaron a aplaudir. Fue al unísono, justo antes de marchar del paseo. Todavía quedaban allí sus familiares, mirando al mar y recibiendo el pésame de los que iban llegando hasta la playa.

Concierto homenaje

Pero el adiós a Fernando Torreiro todavía no ha acabado. Sus compañeros de la Autoridad Portuaria están preparándole otro homenaje que tendrá lugar estos días. Lo sorprenderán, esté donde esté, con otra de las cosas que le gustaban: un gran concierto. Porque los temas de los 70 eran otra de sus grandes aficiones.

«Los amigos y compañeros vamos a organizarle un homenaje con un concierto de rock. No es una cosa del trabajo. Los amigos y los compañeros», explica uno de los organizadores, su compañero en la Autoridad Portuaria, Manuel Ferro. Será un concierto en directo en el que actuará un grupo coruñés del que no recuerda el nombre. El lugar y el día todavía se están ultimando.

Probablemente sea el viernes 27, pero todavía no está cerrada la fecha exacta en la que se celebrará. Todo irá en función de la agenda de los locales que están mirando sus compañeros. «Estamos tocando varios lugares porque en el puerto había que colocar un palco y es más complicado. Lo haremos con toda probabilidad en una sala de conciertos», añade Ferro. Puede que, como ayer, al evento tampoco falte nadie. Todos querrán ir con Fernando. Al último baile.