El responsable de los arquitectos defiende la creación de espacios públicos
09 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Una combinación de espacios edificados con otros libres que hagan más agradable la vida pública. Ésa es la idea de ciudad que defiende el presidente de la delegación de A Coruña del Colegio de Arquitectos, Manuel de la Iglesia, y que camina parejo a lo que propone el plan Busquets. La fórmula es completamente diferente a lo que establece el actual plan general porque, tal y como defiende el arquitecto, «la ciudad que tenemos es la que ha resultado de un plan que era excesivamente..., no sé como llamarle..., especulador o que hace un aprovechamiento un tanto exagerado de la edificabilidad a expensas de no crear espacio público».
-Una materia pendiente es pues hacer más atractivo el pasear por la ciudad...
-El planteamiento que se hizo de la ciudad hasta ahora y sobre todo utilizando como guía el actual plan general es un plan que no contempla esa mezcla de usos en la que se vayan alternado lo construido con lo vacío como algo necesario para hacer una vida pública más agradable.
-Habría que hacer entonces más zonas verdes, sobre todo en lugares como el Agra...
-El espacio público puede ser espacio verde, pueden ser plazas, puede ser una menor densidad de las edificaciones. Quizá el Agra del Orzán tenga la fama de ser una de las zonas más densas de la ciudad, pero un área de reciente desarrollo como Monte Alto tiene prácticamente las mismas pautas con un crecimiento que realmente es desmedido en relación a sus calles, a los espacios públicos existentes... Entonces no podemos edificar sobre unas infraestructuras que no pueden admitir esas edificaciones.
-¿Y qué me dice de los nuevos barrios, como Los Rosales o Mesoiro?
-Cuando empezamos en el Colegio, una de las críticas que hacíamos a la actual forma de crecimiento de la ciudad es que es una ciudad cada vez más grande, pero con el mismo centro. Esto plantea un problema y es que en cualquier momento esa relación con un centro único se va a romper porque esa expansión sobre el territorio necesita otros nudos de energía que no sea el centro tradicional.
-¿Cómo tendría que ser entonces el planteamiento?
-Hablamos, Busquets también habla de eso, de una ciudad policéntrica en donde los barrios de la periferia tienen que empezar a tener una autonomía. Esto significa que no es que cada barrio llegue a ser una pequeña ciudad, pero cada uno tiene que tener una serie de equipamientos que le den al ciudadano, a la persona que habita ese barrio, una cierta autonomía para vivir en él la vida urbana que antes vivía, a lo mejor, en el centro de A Coruña. Por el momento esos barrios son como satélites dependientes de un único centro que no ejerce esa función ordenadora porque ésta tendría que estar en el propio barrio. Ese sistema de crecimiento es obsoleto.
-Los barrios que hay en la ciudad tendrían autonomía propia...
-Habría una cierta autonomía, pero al mismo tiempo también tendría que haber una relación entre todos ellos, cosa que ahora no funciona de esa forma. Un tema primordial en ese policentrismo que tendría que existir es el tema de las comunicaciones, del transporte público.