Sanidade advierte del riesgo de sufrir del tiroides por no consumir yodo

La Voz

A CORUÑA

24 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La población coruñesa está por debajo del mínimo recomendado en cuanto a consumo de yodo, elemento imprescindible para que la glándula tiroides sintetice hormonas básicas para el metabolismo humano y evitar enfermedades tan relevantes para el desarrollo neuronal como el hipotiroidismo, que padecen el 1,3% de los gallegos, o el bocio, que todavía afecta a 13 de cada 100 personas.

Según un estudio realizado por la Sociedade Galega de Endocrinoloxía entre 3.000 gallegos adultos, el nivel de ioduria (presencia de yodo en orina) en A Coruña se sitúa 18 puntos por debajo del mínimo establecido, con 81,9 microgramos. Tomando como base 100 como umbral crítico, la población de la provincia presenta un déficit sino severo, sí de importancia, peor que el de los pontevedreses (83,1), pero mejores niveles que los de Ourense (71,7) y Lugo (68,5).

Los datos, recogidos en un estudio dirigido por Antonia Rego, fueron aportados ayer por María Ausencia Tomé, delegada provincial de Sanidade y endocrina, en la presentación de la primera campaña Cuida tu tiroides . La especialista, que estuvo acompañada por la también endocrinóloga Teresa Iglesias, señaló que el déficit de yodo en la población gallega es generalizado, e incluso un 30% presenta índices por debajo de 50. Subrayó que la muestra se realizó tomando como referencia concentraciones inferiores a las recomendados por la OMS, que aconseja unos niveles de 150 en adultos, 200 en el caso de las mujeres en edad fértil, embarazadas o que están dando el pecho a sus hijos para garantizar su correcto desarrollo intelectual.

El estudio reveló también diferencias significativas entre las personas que viven en la costa (con una media de 82,9) y el interior (70,9); y entre la población urbana (79) y rural (71,9). Teresa Iglesias subrayó que, además de los problemas en cuanto a retraso neuronal, al hipotiroidismo cabe atribuir otros trastornos importantes, desde anomalías congénitas a déficit auditivo o el incremento de abortos.

«El mayor almacén de yodo que tenemos es el mar», subrayó la experta, quien recomendó cuidar el tiroides consumiendo al menos tres veces a la semana pescado de mar, y emplear siempre sal yodada, que por el momento solamente utilizan el 26% de los gallegos.