Las tiendas de A Coruña suspiran por los clientes

A CORUÑA CIUDAD

30 may 2008 . Actualizado a las 02:27 h.

El comercio en los barrios no pasa por su mejor momento. Ante ello, la asociación de comerciantes Distrito Mallos, que agrupa a varios de los establecimientos de ese barrio coruñés, ha lanzado una iniciativa muy particular. Se trata del reparto entre todos sus asociados de una serie de carteles con el texto «se necesitan clientes, necesítanse clientes», con la intención de que los comerciantes de la zona los colocaran en sus escaparates.

Ana Llera, de la zapatería infantil Críos, lo hizo. «Me parece una iniciativa que está muy bien, aunque no esperemos mucho de ella», confiesa. «A ver si, al menos, la gente se mentaliza de que existe un comercio en el barrio y que hay que cuidarlo». Esa es precisamente la intención que persigue José Alejandro Salgado, el presidente de la asociación que promueve la campaña. Según él, «la gente ve que las tiendas pequeñas desaparecen, pero al tiempo sienten como que la cosa no va con ellos. El barrio necesita clientes y así lo indica ahora desde los escaparates».

Algunos socios, sin embrago, no han recibido de buen grado la idea. «Yo eso no lo pongo, ¿cómo voy a poner en mi escaparate que no tengo clientes?», indica un hostelero que no quiere asociar su negocio a la campaña. Es precisamente en estos donde se establecen tribunales improvisados que enjuician la labor de Salgado. «Sí, se comenta mucho, todo el mundo habla de ello», señala Juan Caneda, de la cafetería Mallos 28. «A mí gusta mucho la idea, pero, bueno, se ve que la gente está dividida».

Antes de empezar a repartir la singular cartelería, la asociación de comerciantes ya preveía que se iba a crear revuelo: «El tema ya está en la calle y eso es lo que queríamos: que la gente hablase de ello, que reflexionara y pensase en la situación del comercio en el barrio. Como sigamos así, en veinte años vamos a tener las calles vacías y sin vida, oscuras y totalmente inseguras. Nadie va a poder comprar una botella de aceite si no es en una superficie comercial. No creo que nadie desee eso».

Para Scarlett Gómez, los que se tomaron mal la campaña deberían encajar las cosas de otra manera: «Les falta sentido del humor. La situación ya es bastante triste como para no poder reírte de una cosa como esta».

De todos modos, en su negocio, la joyería Gómez Miguel, ya no luce el cartel: «Lo puse unas horas, pero las otras personas que trabajan conmigo llegaron y no lo quisieron». ¿Establecerá turnos para el cartel? «Sería un modo de conciliar», bromea.