Personajes vinculados al mundo de la música en la ciudad recuerdan cómo vivieron la única actuación de Bob Dylan en A Coruña. La sensación global es agridulce
27 may 2008 . Actualizado a las 11:47 h.«El problema de Dylan es que no da la actuación que tú quieres escuchar, sino el que él quiere hacer. Aquel día fue así». Jose Luis Otero recuerda la actuación de Bob Dylan en A Coruña en 1993. Dylaniano de pro regenta uno de los pubs de la ciudad que más invitan a la tertulia roquera, Tribeca. Sostiene que aquél fue «el concierto de un hombre esquivo y poco inspirado». Pese a todo lo disfrutó como fan: «Dylan no es Madonna, es decir, te va a cambiar el repertorio, los arreglos y la interpretación, es un artista de verdad. Si quieres escuchar Blowin in the Wind igual que el disco, pues quédate en casa».
Eduardo, el líder de The Highlights, la banda tributo que Dylan tienen en A Coruña, recuerda que aquel fue el primer contacto en vivo con su el artista que ahora venera: «Me sorprendió gratamente, me quedé con el fraseo, que en eso no hay nadie como Dylan. Pero sí que es cierto que, al terminar había diversidad de opiniones y que hubo gente a la que les había decepcionado». Uno de ellos era Alberto Lodeiros, el responsable del sello discográfico El Beasto: «Si miro atrás tengo la sensación de que fue bastante mediocre. En aquel entonces, no estaba muy metido en Dylan y, además, el artista estaba en una época algo extraña».
En las primeras filas de la actuación se encontraba Álvaro Dorda, el cantante de Ultracuerpos y Rockers Go To Hell: «A mí personalmente me gustó mucho. Puede que se echaran de menos Like a Rolling Stone o Blowing In The Wind, pero el recuerdo que tengo es estupendo». Cerquita de él escuchaba el impresionado adolescente Nacho Mora, vocalista de Meu: «Lo vi en segunda fila, estaba arisco y, según los veteranos, no ofrecía su mejor concierto, pero para mi tener a Dylan a diez metros cantando lo que él quisiera ya suponía demasiadas emociones como para reparar en actitudes».
Sobriedad
«Me hubiera cortado un dedo por verlo en Newport o en la gira del 74, pero en ese concierto la verdad es que no salí entusiasmado», comenta Nonito Pereira de Nonis. «Lo recuerdo sobrio, básico y minimalista, pero he de reconocer que con Dylan siempre tengo opiniones encontradas». Por su parte Edgar No, de Combo Dinamo guarda el impacto: «Empezó a tocar una canción y tardé tres minutos en saber que era Spanish Boot Leather. Fue algo aburrido, la verdad».