Los vecinos de la zona de la plaza del Humor ya tienen, desde esta semana, una asociación legalmente constituida
03 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Aunque le guste su puesto y diga poseer energías suficientes para emprender esta nueva etapa, Beatriz Rodríguez se considera una presidenta accidental. Motivada por la urgencia de los hechos, encabezó la coordinadora vecinal, cuando el botellón de la plaza del Humor se convirtió en el mayor quebradero de cabeza de la zona. La inercia la ha llevado ahora a comandar la asociación del Distrito 1. «Representábamos a unos vecinos, pero casi te decían que te estabas representando a ti mismo al no estar legalmente establecidos. Para evitar este tipo de insinuaciones hemos decidido dar este paso», explica.
-¿De dónde venían esas insinuaciones?
-Bueno, el antiguo presidente de la federación de asociaciones nos lo dijo alguna vez y también en el Ayuntamiento. Pero bueno, al margen de ello, creo que era necesario dar este paso.
-Han sido uno de los colectivos más activos en la lucha contra el botellón. ¿Siguen los vecinos en pie de guerra o han tirado la toalla?
-Hay gente que no, sobre todo la más joven, con hijos pequeños. ¿Qué hizo la mayor? En su mayoría optó por tomarse un pildorazo contra el botellón y a la cama, pero no creemos que sea esa la solución: estar todos con pastillas para dormir. El Ayuntamiento tiene que tomar una determinación, porque esta situación es anormal.
-Hay jóvenes de fuera que, cuando visitan A Coruña, quieren ir a la plaza del Humor, atraídos por el botellón. ¿Cómo lo ven ustedes?
-Pues fatal. La plaza es digna de visitar, porque es muy original. Tenemos a unos cómicos que son la literatura, el teatro,... todo está reflejado aquí. Es una plaza emblemática de A Coruña, está en el centro y es muy bonita, pero no precisamente porque se haga botellón en ella.
-¿Se ha mejorado algo?
-Sigue igual. La diferencia es que ahora tenemos policías por las noches, pero están atados de pies y manos. Mientras no haya una normativa vigente, ellos no pueden hacer absolutamente nada, ni multas, ni nada.
-¿Existe delincuencia asociada al botellón?
-Hay quemas de contenedores, consumo de drogas en la zona del mercado y destrozos. Aquí, por ejemplo, el pobre Castelao lleva sin nariz desde hace tiempo. Esto de romper todo como si fuera un divertimento, la verdad es que es incomprensible.
-¿Prevén que con el buen tiempo la situación vaya a peor?
-Sí, de hecho esta semana ya se notó. El miércoles estaba a tope todo. De 700 pasamos a mil y pico.
-El tema es jugoso políticamente. ¿No les han presionado o interferido las formaciones políticas?
-No. Tenemos mucha suerte porque, de momento, nadie se entrometió. Entre nosotros hay gente del PP, del PSOE y del BNG. Yo he votado a los tres partidos en diferentes ocasiones, no voy a decir lo contrario. Si veo que lo hacen bien les votaré, si veo que lo hacen mal los castigo y voto a otros. Lo hago a todos los niveles.
-¿Qué otros problemas tienen en el barrio?
-Hay muchos: el tráfico está imposible, los letreros de los comercios que hace que algunas calles parezcan de Chinatown, los cables de los edificios viejos que las afean...