En A Mariña lucense el temporal causó daños en diversas instalaciones costeras. En San Cibrao el mar se llevó por delante un tramo de entre 25 y 30 metros del espigón del puerto; el patrón mayor criticó la pasividad de Portos de Galicia, ya que no se llevaron a cabo reparaciones, pese a advertir de que presentaba deficiencias. En Barreiros, el agua destrozó los accesos a todas las playas del municipio, que además se quedaron sin parte de arena y en Rinlo las olas tiraron el muro del paseo marítimo. Algo similar ocurrió en Cedeira, donde el mar provocó una grieta en el espigón de abrigo del puerto y causó destrozos en el puerto de Cariño.
En la Costa da Morte los daños materiales finalmente no fueron tan graves como se temía. Protección Civil de Carballo retiró de la playa de Razo los restos de puentes y pasarelas. En Corme, la carretera que conduce al faro de O Roncudo quedó cubierta de piedras, mientras que en Laxe los marineros pasaron la noche en vela, vigilando sus embarcaciones.
Aunque los daños personales fueron escasos, los servicios de emergencias tuvieron que emplearse a fondo. Solo en la jornada del lunes el 112 registró 80 incidencias relacionadas directamente con el temporal. La mayoría de las intervenciones consistieron en retirada de árboles, pancartas, alumbrado público y pancartas, que en muchos casos entorpecieron el tráfico. El mayor número de intervenciones se contabilizó en A Coruña, con 28.