«Hablo de los clásicos mientras ellas se pintan los labios»

A CORUÑA

19 feb 2008 . Actualizado a las 12:19 h.

Constantino Chao Mata lleva 30 años enseñando literatura a adolescentes en institutos de toda Galicia. Hace un par de semanas corrigió un centenar de controles de lectura de la obra Campos de Castilla y se desesperó. Solo una chica de todos sus alumnos entendía la obra, así que plasmó su frustración en la siguiente carta al director: «Me rindo. Comprendí que debía jubilarme cuando mis alumnos de cuarto de la ESO me dijeron a las claras que ni entendían ni les gustaba la poesía de Antonio Machado».

-¿Deja la docencia o era una licencia poética?

-Era una forma de hablar, pero, aunque la verdad es que a veces lo pienso seriamente. El día que escribí la carta acababa de leer cien controles de lectura del que creo yo que es el libro más sencillo de Machado y solo una chica lo entendió. El resto repetían lo de siempre: que es un rollo o que está en castellano antiguo y por eso no lo entienden.

-Pero...

-Sí, toda la literatura que tiene más de cien años es castellano antiguo para ellos. Sé que puede parecer una broma, pero es así. No son capaces de leer varias páginas seguidas, no digamos ya un libro entero. Les cuesta muchísimo.

-¿Pueden con «El Quijote»?

-Ni hablar, como mucho con una selección de capítulos que hago y después voy descartando obras. Cada año tengo que rebuscar los libros más sencillitos, porque cada curso el nivel baja todavía más.

-¿Por qué?

-Por la cultura que perciben. No leen nada, o están con la televisión o con los oídos tapados por los cascos. Solo se salvan aquellos que tienen libros en casa o que sus padres les han inculcado la literatura desde pequeños.

-¿Qué obras se resistirá a retirar?

- El Quijote , piezas de teatro como Fuenteovejuna o El alcalde de Zalamea o novelas como El Buscón . Todas estos títulos son innegociables.

-¿Y usted cómo se va a motivar para seguir dando clase?

-Siempre hay dos alumnos que leen o les interesa la clase y pienso en ellos, creo que ellos justifican el esfuerzo de estar mandando callar cada cinco minutos, viendo cómo alguien se pinta los labios mientras explicas un clásico, enviando un mensaje con el teléfono móvil o leyendo una revista.

-¿Qué publicaciones?

-Los chicos revistas de motor y periódicos de deportes; mientras que ellas, lo más sensacionalista del corazón. Es lo que más les importa: los programas de cotilleos.

-¿Ha probado con tebeos?

-No soy partidario de eso.

-¿Y con traducciones de autores extranjeros, como «El guardián entre el centeno» de Salinger, u otras obras más actuales?

-Tampoco, yo enseño literatura española y me resisto a la de otras culturas, aunque sé que algunos compañeros que se encargan de la lengua gallega recurren mucho a estas obras, porque se han realizado versiones muy logradas.