Decenas de locales de la ciudad venden petardos sin el permiso necesario

R. García

A CORUÑA

31 ene 2008 . Actualizado a las 13:08 h.

La pólvora sigue siendo cosa de los chinos, al menos eso parece a la hora de adquirir los petardos del carnaval. En cualquiera de los establecimientos que tienen en A Coruña se puede entrar a comprar de casi todo: «¿Y si nos disfrazamos de chinos?», sugería un joven a su novia y a un amigo en la mañana de ayer mientras los tres se aprovisionaban de diverso material para las celebraciones de estos días. En una estantería dedicada a cotillones y disfraces había un buen número de paquetes de silbidos (una especie de cohetes pero en miniatura) o de las llamadas abejitas, elementos que vienen en cajas de una docena y que al encender la mecha «se eleva en rotación con zumbido y efecto luminoso», se lee en el envase. En las instrucciones de uso se aconseja situarlas en un suelo liso y «alejarse rápidamente unos 5 metros».

La venta de petardos en la ciudad es habitual en decenas de locales si bien hasta este año solo un establecimiento, según apunta su responsable, tenía permiso para ello: la librería Mah.búb (nombre de un poeta árabe) ubicada en el número 42 de la calle San Diego.

En otros locales, la pregunta «¿Tienen petardos?» es mejor plantearla a media voz y pueden ocurrir dos cosas: no los tienen y remiten al comprador a otro establecimiento donde «me parece que los venden», o sí disponen de ellos pero están en un lugar más que discreto del local en cuestión. «Si vas allí te llevan por una puerta, porque los tienen detrás», relataba ayer un comprador citando un local del centro de la ciudad.

Aunque los puntos de venta no sean los conocidos popularmente como los chinos, la procedencia de los productos es la misma: Fabricado en China en 2007 se puede leer en uno de los productos adquiridos ayer mismo, aunque la fecha se encuentra bajo una sospechosa pegatina que se despega fácilmente y descubre que en realidad la elaboración es de 2006.

Durante los carnavales del año pasado, las protestas de numerosas personas molestas con los petardos llegó desde diversos barrios de la ciudad, algunos como Matogrande, que no se caracteriza por su especial tradición del carnaval.

La venta de petardos dio lugar, hace un tiempo, a una reunión entre los responsables de la Consellería de Industria y representantes de los jugueteros gallegos que se quejaban de la venta indiscriminada de los mismos y de la prohibición de hacerlo en sus locales. De todos modos, al tratarse de explosivos las autorizaciones dependiente de la Delegación del Gobierno.

Durante la presentación de los actos del Carnaval, el teniente de alcalde Carlos González Garcés, aseguró que este año el Ayuntamiento mantendrá un control muy estricto de la venta de petardos y de su uso en la calle.