Proyectos llenos de pasado y con escaso futuro en la comarca

A CORUÑA CIUDAD

Desde hace una década se anuncian obras que, de momento, quedan en nada

08 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

En los últimos diez años se han sucedido los anuncios de grandes proyectos que en su momento suscitaron intensos debates, que a veces parecían próximos y que, sin embargo, pasa el tiempo y todo sigue igual. O peor: a veces queda algo de esperanza, pero otras ya no. No es algo exclusivo de la década, porque ha ocurrido siempre.

Hace un siglo, la construcción del tren entre A Coruña, Carballo y Corcubión (con enlace costero hacia Ponteceso, no estrictamente por la AC 552) parecía inevitable, pero no hubo nada y los lamentos aún duran. Y las recomendaciones de que aún se puede hacer algo. Lo mismo pasó con el aeropuerto. A mediados del siglo pasado, A Laracha fue uno de los emplazamientos previstos, que finalmente perdió la batalla ante Culleredo. Pero incluso el alcalde de este municipio (y el colegio de ingenieros técnicos industriales) abogaba hace nueve años por hacer desaparecer el actual y construir uno nuevo en Arteixo o A Laracha. No parece que eso vaya a ocurrir.

Más cerca en el tiempo se ha hablado mucho de otras pistas, como la ideada hace 14 años (el plan ya viene de antes, de 1990, fruto de una reunión de la Federación Gallega de Automovilismo) en Cerceda para albergar el Circuito Galego de Velocidade, hoy más lleno de maleza que de boxes. En breve habrá novedades administrativas: el día 22 de este mes, la junta directiva del circuito formalizará la disolución de la entidad en una junta extraordinaria. Haya pista o no, la estrategia ya será otra, como anunciaba recientemente el alcalde, José García Liñares.

Por la misma época, el puerto de Sardiñeiro, que tanto ha dado que hablar en las últimas elecciones (y sigue dando), también se daba por hecho. Estaba hasta adjudicado a la empresa Dios. El pequeño embarcadero sigue igual, pendiente de lo que pase el año próximo.

El mundo del mar también estuvo pendiente, con manifestaciones de rechazo incluidas, de las planta acuícolas de Xandriña, Seiruga y Merexo. El nuevo Gobierno ya ha dicho que no se van a hacer. Los diversos puertos deportivos en la Costa da Morte sí se harán, pero a ver cuándo. De momento, el único seguro es el de Muxía.