Poco después de las once de la mañana del domingo se dio la salida a la prueba, que resultó muy complicada puesto que la flota estaba nerviosa e iniciaba la prueba antes de tiempo, lo que obligó a los responsables a sancionar a los infractores y mantener la equidad de la competición. Tras varios intentos, fueron catorce los deportistas sancionados, de un total de 117 participantes, procedentes de toda Galicia.
Tras el arranque de la competición, la flota se comportó de forma correcta, lo que posibilitó la realización de tres pruebas bajo unas condiciones de viento flojas pero estables y un aumento progresivo de la corriente en contra en todo el campo de regatas.
A la llegada a tierra, el comité de protestas tampoco estuvo exento de trabajo, puesto que se plantearon hasta seis reclamaciones formales, de las cuales cinco no prosperaron por estar fuera del plazo establecido en las instrucciones de la regata o por contener defectos de forma. La que fue aceptada dio como resultado una descalificación por infracciones cometidas en el agua durante el transcurso de la prueba.
La entrega de premios se pospuso unas dos horas debido a los problemas existentes.