La diálisis ya es menos suplicio

Raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La unidad del hospital atiende a todos los enfermos renales de la comarca

05 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Como un mal recuerdo quedan ya en la mente de los enfermos renales de Barbanza los traslados interminables que hacían a Santiago para someterse a diálisis. La ampliación de la unidad del complejo asistencial de Oleiros es una realidad que ha hecho un poco menos tormentoso este tratamiento. En estos primeros días en los que el servicio funciona a pleno rendimiento la sensación de alivio es una constante entre los pacientes, mientras que los médicos y enfermeras mantienen la ilusión de aumentar considerablemente la calidad de vida de las personas que tienen que pasar por la unidad tres veces por semana.

Los primeros días, la sala de diálisis del hospital comarcal es un constante ajetreo en el que los profesionales sanitarios, siempre con una sonrisa en el rostro, aúnan fuerzas para atender a los nuevos pacientes. Una de las asistentes médicas aseguraba que, precisamente, son estas primeras semanas la prueba de fuego en la que hay que esforzarse al máximo para conocer a cada enfermo, y es que cada caso es un mundo.

Muchas de las personas que reciben ya la diálisis en Barbanza esperan un trasplante de riñón, y con el fin de que los pacientes no pierdan la esperanza, las enfermeras recuerdan con frecuencia a otros que ya se despidieron de las máquinas de diálisis al recibir el órgano.

Sin incidencias

Desde la dirección del hospital de Barbanza, se destacó el buen funcionamiento de la unidad desde que se amplió el servicio a seis días a la semana, en gran parte debido a la implicación de los profesionales.

Asimismo, cabe reseñar que no se ha producido ninguna incidencia reseñable, lo que augura los buenos resultados del servicio.