También con el fin de mejorar la calidad asistencial de los pacientes de Sintrom, el hospital de Barbanza puso en marcha antes del verano un moderno sistema que, en menos de media hora, es capaz de administrar la dosis de este extendido tratamiento. A día de hoy, se calcula que son unos 300 pacientes a la semana los que se benefician del servicio.
Los usuarios han destacado la rapidez con la que ahora consiguen el calendario que marca la pauta de la medicación. Con una simple punción capilar en la yema del dedo, los médicos pueden efectuar los análisis con aparatos portátiles que envían el nivel de coagulación de la sangre a laboratorio.
Antes de que este sistema se pusiera en marcha era necesario hacer análisis de sangre convencionales y eran muchas las horas que los pacientes tenían que pasar en el centro sanitario a la espera de los resultados.