El castro de Baroña es el icono por excelencia de Porto do Son. Así lo asegura cada uno de los alcaldes de este municipio cuando invoca su nombre. El ejecutivo entrante espera convertir al yacimiento en el eje y a la vez imán del turismo local. A día de hoy existe una reunión pendiente con el conselleiro de Cultura para idear la estrategia que se seguirá para ponerlo en valor y rehabilitar las zonas que han sido catalogadas de críticas. Lo que parece claro es que las grandes inversiones como el centro de interpretación seguirán durante un tiempo en el aire ante la falta de fondos.
Lo que se materializará este año, según la Xunta, es la declaración de bien de interés cultural (BIC), que sí permitirá al gobierno local poder solicitar alguna de las importantes subvenciones que los ministerios de Cultura y Fomento otorgan anualmente y de forma conjunta.
Para que esto sea una realidad resulta fundamental el plan especial del castro y su entorno, que el bipartito saliente aprobó en pleno después de años tras lograr que todo el suelo afectado por este proyecto fuese de dominio público.