Un desnivel de varios metros sin barandilla en el centro de Portosín pone en peligro a los peatones

Javier Romero Doniz
Javier Romero NOIA/LA VOZ.

BARBANZA

21 dic 2010 . Actualizado a las 10:37 h.

No todo es sol y playa en la turística población barbanzana de Portosín. Y es que además de la buena gastronomía, la navegación deportiva o los paseos tranquilos que ofrece este lugar sonense, también existen puntos negros que nublan la buena reputación ganada a pulso por este pequeño pueblo, mitad pesquero, mitad turístico. Una de las quejas que hacían públicas varios vecinos de Portosín, a través del concejal Gonzalo Pérez, es la existencia de un barranco de varios metros de altura que hace peligrar a cualquier peatón que circule junto al citado desnivel.

La historia, que ya comenzó hace siete años, se reabrió hace pocas semanas cuando una brigada municipal limpió la maleza que existía en uno de los laterales de esta calle peatonal en cuesta que comunica la arteria principal de Portosín, que coincide con la AC-550, y el club náutico. «A rúa está mal feita en materia de urbanismo dende o principio, pero agora aos do Concello non se lle ocorreu outra cousa que limpar as malas herbas e deixar ao descuberto este barranco sen poñer un pasamáns que protexa aos peóns e sobre todo aos nenos, que son os que máis perigo corren», explica el mismo concejal, natural de Portosín.

Es en esta calle, ubicada en la zona de Mariño de Arriba, en donde tampoco existe un punto de luz que ofrezca servicio a los muchos vecinos de avanzada edad que residen en la parte más próxima a la fachada costera. El mismo Pérez denunció que la vía no alcanza tampoco los metros de ancho que fija la ley de urbanismo.

Mientras, la edila de Obras, Ánxela Franco, confirmó que hay un presupuesto solicitado para corregir el peligro que hay en esa calle de Portosín, añadiendo que tendrá que solicitar otro para comparar las cuantías: «Dende o grupo de goberno somos moi conscientes do perigo que existe nesa rúa», concluyó.