Oreiro critica que se proponga que el monte Pindo sea parque natural sin contar con los vecinos
BARBANZA
El inicio de una campaña por parte del colectivo ecologista Adega, y respaldada por profesores universitarios y expertos de toda Galicia, para que el monte Pindo sea declarado parque natural ha suscitado reacciones de todo tipo en el municipio carnotano. En el plano político, la respuesta del alcalde, José Oreiro, no se ha hecho esperar. El regidor cuestionó la propuesta y criticó que esta se haya formulado sin contar con los vecinos del municipio. En su opinión, es positivo que personas y entidades se preocupen por el patrimonio natural de Carnota y aspiren a preservarlo y mejorarlo, pero entiende que deben ser sus habitantes quienes decidan sobre su futuro.
Una de las cuestiones que más incomodó al mandatario tiene que ver con cómo se planteó la propuesta: «Tivemos coñecemento pola prensa da pretensión de que se declare o monte Pindo como parque natural, cando o lóxico sería que esa proposta se fixese no noso Concello, órgano representativo dos veciños. O de todo para o pobo pero sen o pobo pertence ao pasado, e nós queremos e debemos ser os protagonistas do que aconteza co noso territorio».
Luego, habló de la preocupación que existe en el propio Ayuntamiento por la conservación del entorno del monte Pindo y comentó que desde el Concello ya se planteó a la Xunta «a necesidade de acometer un proxecto de mellora ambiental, posta en valor e potenciación turística da zona. Con esa proposta queremos mellorar as condicións naturais dese enclave con intervencións suaves que faciliten o uso e goce popular dunha paraxe única. Queremos, preservando a sostenibilidade da zona, sacarlle proveito económico para a veciñanza».
A favor
En el otro lado de la balanza se sitúa la postura del BNG, que opina que la declaración del monte Pindo como parque natural, si finalmente se hace efectiva, supondrá «un auténtico revulsivo económico para a zona» y que traerá consigo «importantes vantaxes económicas e sociais par aos veciños». Esto serviría, además, para dar nuevos bríos a un enclave que está «abandonado e infrautilizado».