Las romerías no se acaban nunca

Laura López laura.lopez@lavoz.es RIBEIRA/LA VOZ.

BARBANZA

11 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Si algo define al verano en la comarca es la proliferación de romerías campestres. Y la afluencia no decae. El pasado fin de semana fue prueba de ello. Uno de los lugares donde hubo festividades estos días fue la aldea boirense de Comoxo, donde celebraron las fiestas de San Salvador. El sábado fue el día del Carmen. El presidente de la comisión, José Piñeiro, organizó una degustación de 500 kilos de mejillón, donados por José Manuel Romero. Los encargados de cocinar el marisco fueron Ramón Rodríguez, José Rodríguez y Santiago Lojo. Junto a ellos también estaban Francisco Pena, Lupe Outeiral, Elías Davila y Alejandro Davila. Pero, además, hubo tiempo para la música y el baile, tanto el sábado como el domingo. Entre las agrupaciones que amenizaron la fiesta están Asúcar, Xilbarbeira o Chili Dance.

Al espíritu de las romerías campestres se sumaron también un grupo de amigos de Boiro. Como cada año, fieles a la tradición, pasaron una tarde en la alameda de Barraña, alrededor de un buen plato de comida y disfrutando del aire libre. Nada menos que carneiro ao espeto fue lo que degustaron. José Antonio Agra y Mané se encargaron de asar la carne. De la comida disfrutaron, entre otros, Pedro Gutiérrez, Víctor Martínez, Federico, José Suárez, Javier Fernández, Joaquín García, José Luis y Pepiño el panadero.

Los que acudieron a la romería de Neixón, en la parroquia boirense de Cespón, tampoco se quedaron atrás en cuanto a lo que a fiesta se refiere. Hubo procesión, sardiñada y mejillonada gratuitas, además de actuaciones musicales, de baile tradicional y también una orquesta.

Siguiendo con fiestas, también este fin de semana se celebró la romería de San Caetano, en Portosín, en la parroquia sonense de Goiáns. Fueron numerosos los que disfrutaron de una jornada festiva.