El presidente de la patronal de la construcción, Andrés Teira, afirma que en este momento no existe demanda de viviendas de protección autonómica y que si la hubiera, seguramente, existiría alguna intención por parte de los promotores para edificarlas.
En este sentido, Teira comenta que los compradores de este tipo de residencias tienen un perfil muy determinado. Señala que se trata de ciudadanos con salarios ajustados a los que la crisis ha afectado de forma especial, por lo que en este momento, ni aún contando con las ayudas, se deciden a meterse en el mercado inmobiliario ni a formalizar una hipoteca.
Dividendos
Al mismo tiempo, Andrés Teira manifiesta que las viviendas de promoción autonómica tampoco dejan dividendos que puedan resultar interesantes para las economías de algunas constructoras.
Sobre el futuro de este tipo de construcciones, pensadas especialmente para los jóvenes que quieren independizarse, el presidente del Centro Empresarial da Construcción do Barbanza considera que posiblemente en el futuro se pueden habilitar en los diferentes ayuntamientos espacios para la edificación de este tipo de inmuebles en zonas específicas, cuyo suelo no esté sujeto a las oscilaciones del mercado.
Precisamente, el elevado precio del terreno motivó que dejaran de ofertarse viviendas de estas características.