El rehabilitado barrio noiés de A Pedrachán recibe un nuevo empujón turístico

Vanessa Lagares

BARBANZA

26 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Apenas dos meses después de que los obreros dieran los últimos retoques al recién remodelado barrio de A Pedrachán, en Noia, el Concello, en colaboración con la Oficina de Rehabilitación do Casco Histórico, colocó una decena de paneles indicativos en la zona. Esta medida tiene como finalidad que los turistas que se acerquen hasta el lugar, ubicado en pleno casco urbano, puedan descubrir, sin necesidad de que haya guías turísticos de por medio, todos los secretos de este rincón.

La decena de señales que se distribuyeron por el Paraje, que fueron diseñadas por el estudio Cenlitrosmetrocadrado y realizadas a mano, cuentan la historia de A Pedrachán. Asimismo, los paneles informativos están acompañados de mapas de ubicación y de fotografías antiguas, en las que se pueden ver a las lavanderas alrededor del río Traba o a los pescadores de anguilas surcando las aguas en barcas impulsadas a remos.

Molinos y curtidurías

En los paneles informativos, que según la arqueóloga municipal de Noia fueron realizados con cerámica sobre una base de zinc «porque ese era o material do que estaban feitos os barreños nos que as mulleres lavaban a roupa», se puede leer que en las orillas del río Traba todavía se encuentran en pie una decena de molinos y tres fábricas de curtidos, así como otros elementos que son muestra de la arquitectura hidráulica tradicional. Entre ellos se encuentran canales para la captación de agua o el antiguo lavadero que, aun hoy en día, siguen utilizando las vecinas del lugar para hacer la colada.

Asimismo, en las inscripciones queda patente que A Pedrachán «é un espazo dinámico de Noia no que continúa a facerse a moenda» en un «enxeño hidráulico que leva por nome muíño das cinco rodas», y que fue construido por el conde de Vilanova de San Bernardo en el siglo XVII.

Leyendas

Tal y como explicó la arqueóloga de Noia, Ana Filgueira, este es un lugar lleno de leyendas y de historias verídicas que nunca se deberían perder. Tanto unas como otras quedan recogidas en los paneles informativos diseñados por Cenlitrosmetrocadrado.

Así, no faltan alusiones a que A Pedrachán era la zona en la que las mujeres se metían en el río para intentar encontrar los restos de wolframio que bajaban de las minas de San Finx o para lavar las tripas de la matanza.

También las leyendas tienen su propio espacio, como las ligadas al Pozo das Pombas, en donde se dice que mora un hada que aparece en las noches de San Juan. Pero este no es el único sitio donde la señal del tesoro puede aparecer, sino que también puede hacerlo en forma de «galiña cunha rolada de pitos» al lado de una fuente que da al río.