Tanto en Noia como en Porto do Son, la jornada festiva fue sinónimo también de reconocimientos. No en vano, en el primer municipio se entregó una placa a Francisco Castillo Ugía, que pasa a la reserva activa. Mientras, en Porto do Son, el alcalde, Manuel Tomé, fue el encargado de entregar un recuerdo a un guardia civil que se jubiló este año.
En Boiro también hubo detalles que se salieron del tradicional guión. No en vano, fue en el único municipio donde los agentes hicieron formación. Fueron un total de veinte las personas que participaron. Los agentes cantaron luego La muerte no es el final y el himno de la Guardia Civil, guiados por los acordes de la banda de música. Ya en Chicolino, donde los agentes disfrutaron de una paella, el teniente del puesto boirense, Francisco Mira Martínez, pidió a los presentes que participasen en un brindis por Su Majestad el Rey de España.
Por su parte, en Noia, el capitán, Arcadio Pérez, aprovechó la jornada para pronunciar unas palabras. En el municipio noiés, además, hubo una ofrenda a la Virgen de Pilar y a los caídos. En Boiro también se homenajeó a los fallecidos en acto de servicio.