De ruta imposible hacia las mámoas de Os Campiños

M.?H.

BARBANZA

28 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Si uno quiere vacilar a alguien y mandarlo a un sitio casi imposible de topar, una recomendación de lujo son las mámoas rianxeiras de Os Campiños. ¿Por qué? Son una de las joyas del megalitismo rianxeiro, los vecinos de Leiro lucharon largo y tendido para que se pusiesen en valor y se conservasen, llegaron a ser excavadas por nombres importantes en el campo arqueológico en los años ochenta y, sin embargo, ahora mismo permanecen invadidas por la maleza, sin un triste indicativo ni una mínima labor de conservación.

A tiro de piedra de la autovía, el yacimiento aparece después de recorrer un camino de tierra, escondidas entre tojos y demás hierbas. A poco que uno sepa de túmulos del megalitismo, enseguida se da cuenta de que algunas piedras que deberían formar parte de las mámoas desaparecieron y que otras están tumbadas cuando su posición correcta sería erguidas. La impresión que da es pesimista y uno se imagina que, cuando llegue la protección de Patrimonio, puede que no queden losas.

Petroglifos

De todas formas, la historia de las mámoas de Os Campiños tampoco es una excepción entre los yacimientos rianxeiros. No muy lejos de ella, se encuentran unos petroglifos cuya situación tampoco deja de ser llamativa. Resulta que fueron limpiados y, en teoría, puestos en valor recientemente. Sin embargo, después de esa actuación nadie se ocupó de su mantenimiento y, ahora mismo, acceder a ellos casi es imposible porque la maleza los inunda.

Sin embargo, la joya de la corona de los agravios al Patrimonio en Rianxo es el Castelo da Lúa. La Consellería de Cultura del gobierno bipartito enterró numerosos euros en una actuación para excavar la fortaleza medieval que en el siglo XIII construyó el célebre Paio Gómez Chariño. A día de hoy, esa obra se traduce en un lugar de piedras al aire tapadas con horrendos plásticos negros.