La Policía Local de A Pobra sigue estando de actualidad. Ahora que las aguas habían vuelto a su cauce tras meses de conflicto, una sentencia acaba de empañar la situación. Resulta que, la semana pasada, y a cuenta de un fallo judicial, el Concello destituyó a uno de los municipales, que llevaba más de un lustro trabajando para el Ayuntamiento. La Justicia, tal y como indicaron ayer tanto el alcalde como un técnico municipal, anula su nombramiento al considerar que este profesional no cumplía uno de los requisitos exigidos en el proceso selectivo en el que ganó el puesto.
Esta espinosa historia viene de lejos. Una vez que se adjudicó la plaza a esta persona, otro aspirante al puesto denunció la situación, alegando que el beneficiario de la plaza tenía una edad superior a la máxima permitida para convertirse en guardia municipal. El proceso legal siguió su curso y, hace ya más de un año, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia emitió una sentencia no firme en la que se anulaba el nombramiento de este profesional.
Sin embargo, el Ayuntamiento no actuó de forma inmediata. Tratándose de un fallo apelable, esperó a ver qué sucedía con el recurso de casación presentado por el trabajador ante el Tribunal Supremo. Y fue hace unos días cuando al fin llegaron noticias desde Madrid. «No lo admitieron a trámite, por lo que había que ejecutar la sentencia», indicaban ayer fuentes municipales. Así se hizo.
Prudencia
Eso sí, nada más conocerse la decisión del Supremo, el trabajador era destituido de su puesto y abandonaba, por tanto, la actividad policial. Ayer, al preguntarle por esta situación, el operario se mostraba muy prudente y prefería no entrar a valorar su caso. «É todo moi complexo e está aínda moi fresco», señalaba el hombre.
También le costaba al regidor, Isaac Maceiras, hablar del asunto. Dijo que «habendo unha orde xudicial polo medio, tiñamos a obriga de cumprila». Y, al preguntarle qué pasó en aquel proceso selectivo, aludió a que los técnicos no llegaron a percatarse de la situación. «Non viron que pasaba uns días da idade», dijo. Luego, el regidor también se mostró muy prudente, y dijo que tenía qué estudiar qué iba a pasar con la plaza, que ahora mismo está vacante.
Lamentos
En la misma línea comedida habló el jefe de la policía local, Ramón Valiño, que lamentó que una persona pierda su puesto de trabajo. «É unha mágoa, trátase dun caso que ven de bastante atrás». Igualmente, municipales pobrenses comentaron la dura situación de su hasta ahora compañero en el cuerpo.