El remolcador que volvió a Ucrania sin el «Sunny Jane»

BARBANZA

El «Kapitán Bytko» partió ayer del puerto ribeirense sin cumplir su misión

04 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Como cualquier culebrón que se precie, la historia del Sunny Jane, el barco abandonado en Santa Uxía hace casi dos años, ha vuelto a dar un giro inesperado cuando parecía que estaba a punto de resolverse. La entrada en escena de un nuevo personaje, el Kapitán Bytko, el remolcador que debía llevarse de la rada ribeirense al Sunny Jane, arrojaba luz sobre el asunto y parecía que iba a poner el final feliz a la historia del buque ruso. Sin embargo, tras dos semanas de espera, ayer partió rumbo a casa, Ucrania, solo y sin haber podido cumplir su misión.

Cuando algunos ya casi empezaban a echar de menos la imagen del buque en el paisaje portuario ribeirense, que se había convertido en una estampa típica a fuerza de verla a diario, resulta que no, que el Sunny Jane se queda sin que haya una nueva fecha para su retirada. El Kapitán Bytko, en el que la cofradía y el gobierno local habían puesto todas sus esperanzas para ver cumplido su deseo de que el carguero abandonase la rada, deshizo el camino andado y puso rumbo a su puerto base en Ilichevsk, Ucrania.

Falta de documentación

Los trámites burocráticos son los que en esta ocasión se han interpuesto entre el Sunny Jane y el Kapitán Bytko y evitado el final feliz de toda esta historia. El juzgado de Ribeira debía remitir a las autoridades portuarias la documentación del barco, intervenido administrativamente y sobre el que pesan tres órdenes de embargo.

Pasadas dos semanas desde su llegada al puerto de Santa Uxía sin que se produjese movimiento alguno desde el juzgado, la tripulación del remolcador optó por regresar a su país.

Así pues, todo parece indicar que el barco, retenido en su día por figurar en una lista negra de la Unión Europea, cumplirá su segundo aniversario amarrado al muelle ribeirense.

Dos años

El final del culebrón se está haciendo de rogar, para desesperación de las autoridades municipales y portuarias, además de los usuarios que trabajan en la dársena y que pidieron con insistencia la retirada de esta mole. Con unas y con otras, a mediados de este mes se cumplirá el segundo aniversario de la llegada del Sunny Jane a Ribeira. Entonces, algunos ya se veían venir que la cosa iba para largo, aunque probablemente no se imaginaban que sería para tanto.

Tras los primeros meses de su llegada a la ría de Arousa, un tanto convulsos por su traslado de A Pobra a Santa Uxía y la huelga de sus tripulantes, abandonados a su suerte durante meses, sin cobrar sus salarios y sin apenas provisiones, la vida del Sunny Jane en Santa Uxía desde entonces ha transcurrido con relativa tranquilidad. Después de una época en la que, día sí día también, tenía presencia en los medios de comunicación, pasó a un segundo plano y su situación dejó de ser noticia.

Ahora estaba a punto de recuperar, por última vez, ese protagonismo, pero su frustrada marcha hará que vuelva a descansar sobre las calmas aguas arousanas ajeno a la frenética actividad portuaria, como durante los últimos 24 meses. Habrá que esperar a la próxima entrega del culebrón para ver el desenlace.