La Xunta pagará un euro por cada coche que recorra la nueva autovía

M. Cheda

BARBANZA

La Administración penalizará con rebajas a la firma adjudicataria si descuida su deber de conservar el trazado

14 feb 2008 . Actualizado a las 11:32 h.

Circular por la autovía Santiago-Brión (AG-56), que mañana va a entrar en servicio, no costará un duro a sus usuarios, no al menos directamente. Una alianza estratégica de compañías participada por ACS-Dragados (70%), Extraco (15%) y Francisco Gómez y Cía (igual porcentaje) ha asumido de manera íntegra tanto la ejecución de la infraestructura como los gastos generados por esta. A cambio, tendrá derecho a explotarla hasta el 15 de septiembre del 2035, o sea, a girar a la Xunta más de 300 facturas mensuales en concepto de peajes. ¿Cuánto supondrá exactamente para las arcas autonómicas este compromiso?

Hasta ahora, ni el Gobierno gallego ni la firma beneficiaria han mencionado la cantidad, pero hay un documento que sí permite conocer ese dato: las últimas cuentas depositadas por la sociedad concesionaria de la carretera ante el Registro Mercantil de A Coruña, un informe al que ha tenido acceso La Voz. Ahí se revela que, a lo largo de los 27,5 años venideros, la Administración acabará pagando hasta 183 millones a las constructoras, 74 más de los que estas invirtieron en la obra, presupuestada en 108,8.

El mencionado dosier explica que, a partir de este sábado, cada vez que un vehículo ligero complete un kilómetro del trazado, la Consellería de Política Territorial adquirirá la obligación de transferir a la adjudicataria 6,42 céntimos más la tasa de inflación acumulada desde diciembre del 2004, que actualmente alcanza el 11%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el caso de los autos pesados, la tarifa base se elevará hasta 8,99, sin computar la desviación por el IPC (otros 0,99). Además, con periodicidad anual, estos precios se irán actualizando al alza en función de cómo vaya evolucionando el índice oficial que determina el coste de la vida en España.

Los camiones, mucho más

En otras palabras, durante el 2008, el departamento dirigido por María José Caride perderá 0,9 euros por cada turismo que recorra la AG-56 de origen (A Rocha) a destino (Gundín) y 1,26 cuando ese mismo movimiento lo realice un camión. Las deudas contraídas, sin embargo, no se liquidarán a diario, sino mediante 13 operaciones financieras por ejercicio (una al mes y otra a mayores, a modo de ajuste). Y, por mucho que se incremente el tráfico en el futuro, la suma de los abonos jamás rebasará un límite ya fijado. «El precio máximo del contrato asciende a 182.871.881 euros», especifican las cuentas consolidadas de la concesionaria.

Asimismo, el peaje en la sombra, técnicamente denominado canon de demanda, «sufrirá una corrección en función de los valores alcanzados para los indicadores de calidad del servicio y por la aplicación del régimen de penalidades». Ello significa que, por ejemplo, si ACS y sus socios descuidan la conservación de la autovía o bien se dispara el nivel de accidentalidad, la Xunta rebajará el importe de sus retribuciones.

Los términos de esta relación entre la Administración y las tres compañías señaladas los sellaron por escrito ambas partes el 15 de septiembre del 2005, cuando Caride ya había accedido al cargo que ostenta. No obstante, tanto la adjudicación del contrato como todo el proceso concursal anterior llevan la firma del predecesor de la socialista en el puesto, Alberto Núñez Feijoo, hoy líder de la oposición y presidente del Partido Popular de Galicia.

El jefe del Ejecutivo autónomo, Emilio Pérez Touriño (PSOE), prevé encabezar la delegación institucional que mañana inaugurará la carretera, la cual utilizarán, ya desde un primer instante, una media de 25.000 automóviles por jornada, según cálculos del bipartito.