En la Consellería do Mar no han sentado nada bien los reproches lanzados el martes por el presidente de Amegrove, Francisco Padín, contra el Instituto Tecnolóxico do Mar (Intecmar). Padín dijo, e incidía ayer en este mensaje, que si no abrían más polígonos de bateas en Meloxo es porque el Intecmar no quiere. Sus argumentos se basan en que hay zonas afectadas que presentan unos índices de toxicidad que están al límite de los umbrales permitidos y en que los análisis realizados en los laboratorios de Amegrove muestran una situación apta para extraer mejillón. Desde la consellería le recordaron ayer al presidente que, mientras sigan detectándose niveles de toxicidad por encima de lo legalmente permitido, aunque sea muy ligeramente, no se puede autorizar la extracción del bivalvo. «A consellería non pode cometer unha ilegalidade por moito que se queiran abrir polígonos», señalan desde el departamento que dirige Rosa Quintana.
Recuerdan en Mar que están en juego las garantías sanitarias del mejillón y creen que Amegrove «está tirando pedras contra o seu propio tellado».
Dicho esto, la consellería sostiene que en el caso de Amegrove han tenido una «sensibilidade especial», sabedores de que las Navidades se echaban encima y de la urgencia por sacar el mejillón al mercado. Tanto es así que se realizaron muestreos excepcionales en Meloxo la pasada semana, pese al temporal, y se agilizaron las pruebas analíticas que se desarrollan en la sede de Vilaxoán con el propósito de que, en cuanto hubiera oportunidad de abrir, la resolución se dictara de forma inmediata. De hecho, explican, cuando el lunes se abrió el polígono C-2, Francisco Padín fue el primero en saberlo.
Tras la apertura del polígono C-2 el lunes, ayer al mediodía el Intecmar dio luz verde para empezar a trabajar en el C-1. En la ría de Arousa todavía quedan cerrados los C-3 y C-4, también situados en Meloxo, además de otros dos en Ribeira.