La personificación de que el trabajo da fruto

La Voz

AROUSA

09 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Julio Suárez aterrizó en la escuela del Xadrez Fontecarmoa a los ocho años. Y cayó de pie. No solo por el buen trabajo del club a la hora de formar (en todos los sentidos) a los jugadores, como porque enseguida se formó un grupito de jóvenes ajedrecistas con un talento innato en el que la competencia, y la amistad, que se forjaron fueron claves en su crecimiento. Y en esa banda no era Julio precisamente el que llevaba la voz cantante. Pero a base de trabajo se ha convertido en el líder.

«Probablemente no es el mejor en ninguno de los aspectos, pero sí es el segundo en todos. Y eso no lo tienen los demás», afirma su entrenador Julio Torrado. Torrado cogió el relevo de Jose Maneiro, el primer técnico de Suárez en el Fontecarmoa. Y no es alguien que regale piropos pero el pupilo le ha conquistado. «Apostó por trabajar -afirma el preparador- y es el que más ha ido mejorando cada año».

Julio Suárez dedica una media de doce horas semanales al ajedrez. De ellas, solo entre tres y cuatro con Torrado. El resto, en casa, devorando material. Pero no es el ajedrez su única pasión. De hecho juega también el fútbol -tiene licencia en un equipo-, aunque cuando los horarios de los dos deportes colisionan los escaques ganan a los remates.

Y la última clave, pero sin duda la más importante, es que cuenta con el imprescindible apoyo de unos padres que están involucrados en el club y dispuestos a apoyarle en oportunidades como este Europeo.