La falta de medios obliga a los bomberos a apagar forestales

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Los incendios arrasaron unas seis hectáreas en Meis, O Grove y Valga

26 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La ola de calor, con temperaturas de hasta 40 grados, junto con los fuertes vientos que azotaron en los últimos días la comarca multiplicaron los incendios forestales para dar el pistoletazo de salida a una temporada estival que se prevé muy caliente. Como los refuerzos en las brigadas de la Xunta no llegan hasta julio, los servicios contraincendios tuvieron que multiplicarse para atender los fuegos de las últimas horas. Una veintena de pequeñas luminarias ardieron por todas partes en la madrugada de San Xoán, a lo que hubo que sumar otros dos fuegos de proporciones medias en la noche del viernes.

Uno tuvo lugar en Paradela (Meis), y obligó incluso a cortar la carretera al tráfico. El otro se registró en O Grove, en San Vicente. Empezó cerca de las diez de la noche y no quedó controlado hasta las 2,43 de la madrugada, aunque según informó Medio Rural, las labores de extinción no finalizaron hasta las siete de la mañana. Aunque las llamas ardieron en el monte, la proximidad de las casas y de un cámping obligó a extremar las precauciones y a doblar medios, con la actuación del Grumir, la Policía Local, los voluntarios de Protección Civil y las brigadas de la Xunta.

Llamadas del 112

En los dos casos actuaron también los bomberos de O Salnés. Aunque en principio los retenes de los parques de bomberos están solo para incendios urbanos, y únicamente colaboran en los forestales cuando hay peligro para la población, en los últimos días están actuando del mismo modo que una brigada forestal. «Es que no hay medios, y si a nosotros no llama el 112 tenemos que ir», explicaban ayer los profesionales. De hecho, acudieron al incendio de Meis -en el que ardieron 0,40 hectáreas de arbolado y 0,40 de raso-, y al de O Grove- en el que se quemaron casi cuatro hectáreas-. En la tarde de ayer se trasladaron a Valga, donde un fuego registrado en el Alto de Cordeiro, que amenazaba una nave industrial, obligó a cortar la carretera que cruzaron las llamas. Tráfico desvió la circulación por tramos de la antigua PO-548. Antes hubo otros en Forno y en Bamio, y de mayor intensidad, al otro lado de la ría, en Boiro.

Los bomberos van en grupos de seis y hasta ocho personas, una medida que tiene que ver con las protestas emprendidas hace una semana por el despido de dos compañeros en O Porriño. Refuerzan las brigadas, en parte, porque toda la plantilla está encerrada en los parques, y en parte también para demostrar que hace falta movilizar a más personal en cada una de las cuadrillas.