Éxito a medias de la «quedada» de Salvar el Amor
24 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Juan Amor -aunque su apellido pueda parecer una broma, el protagonista de esta historia asegura que este es su verdadero nombre- estaba ayer contento pese a no haber cumplido el cuento de hadas. Esperaba que su amada, Oris, se ablandase después de la multitudinaria serenata que organizó para ella el miércoles, pero solo lo hizo a medias. Pese a ello, este cantante de 37 años cree que ha sido «un acto maravilloso» con el que ha conseguido lo que pretendía: hacerle saber a Oris que la quiere y que está dispuesto a cualquier cosa por ella.
Dejábamos el miércoles a Juan con la incógnita de conocer la verdadera reacción de la que, durante tres años, ha sido su novia. Oris había salido al balcón bajo el que Juan, rodeado por más de doscientas personas, interpretó para ella el tema de Luis Fonsi Yo no me doy por vencido. Ella le escuchó emocionada, pero cuando finalizó el embrujo de la música no atendió el clamor del público para que bajase a abrazar a su amado. Por teléfono le dijo que hablarían, pero que lo harían en privado.
Ahí retomamos la historia, porque efectivamente, así fue. Oris y Juan se vieron en un lugar tranquilo y conversaron durante hora y media. Según relataba el chico horas después, ella le dijo que había sido la cosa más bella que nadie había hecho por ella y que no pudo bajar a la calle porque estaba envuelta en lágrimas. Pero la emoción es una cosa y el día a día de una relación otra bien distinta. Y sobre eso Oris todavía tiene dudas. Necesita -contaba Juan- más tiempo para saber si realmente puede aportar un final feliz a esta historia que Vilagarcía ha vivido intensamente.
Comenzaba hace algo más de una semana, cuando Juan, impaciente por la espera que le había pedido su novia, decidió pasar a la acción y recurrió a las redes sociales. Creó una página en Facebook con una sugerente pregunta -«¿Quieres ayudarme a salvar el amor?»-, junto a una breve explicación de su historia y una convocatoria: el miércoles, a las diez y media de la noche en la plaza de la Independencia de Vilagarcía intentaría la reconquista a través de lo que mejor sabe hacer, la música. La respuesta fue inmediata y el resultado, abrumador. Más de doscientas personas, algunas pertrechadas con velas, tomaron la calle para participar en esta quedada que incluso cortó al tráfico, durante un rato, el vial que une la plaza de la Independencia con San Roque.
La congregación de románticos no pudo, pese a todos sus esfuerzos, asistir al abrazo de Juan y Oris, pero aún puede soñar con que ese reencuentro se produzca. Quién sabe, además, si podrán asistir a otras reconquistas, porque la página sigue abierta para quien se anime.