La toxina cierra el marisqueo en la ría tras seis años de tregua

Bea Costa
B. Costa VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

En el último mes se produjeron dos episodios de este tipo en Arousa

05 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El cierre de bancos marisqueros por la existencia de altos índices de toxina ASP que se está dando en el último mes en la ría de Arousa es un hecho excepcional. Tanto, que hacía seis años que no se producía algo similar. Esta semana arrancó con el cierre de las zonas dos, tres y cuatro, que abarcan la margen norte de la ría que trabajan las cofradías de A Illa, O Grove, Ribeira, A Pobra y Cabo de Cruz.

Esta prohibición afecta a todas las especies infaunales -las que viven enterradas en el sustrato arenoso- tales como la almeja, el berberecho y la navaja, y obliga a las cofradías a alterar sus planes de trabajo.

La situación ha ido mejorando conforme pasaban los días hasta el punto de que el viernes solo estaba cerrada la zona dos, que afecta, sobre todo, a A Illa de Arousa.

Sol y viento norte

El motivo que puede explicar este fenómeno tan poco habitual está en el clima: la conjunción entre sol y viento norte, según afirman los expertos. Lo que llama la atención es que hayan pasado seis años desde el último episodio de este tipo. La directora del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) de Vilaxoán, Covadonga Salgado, reconoce que se trata de una situación «rara» pero no apunta a ninguna circunstancia que favorezca esta proliferación de microalgas más allá de los factores climáticos. «Meteorológicamente esta está siendo una primavera anormal, muy calurosa, y esto da lugar a estos eventos curiosos, que en Arousa se dan más que en las demás rías gallegas», indica la directora del centro.

En el año 2005 hubo cierres para infaunales en los meses de mayo y noviembre y entonces, como ahora, fueron de corta duración. Esa es, precisamente, una de las características de estos episodios; no suelen prolongarse más allá de quince días, como mucho. En el caso de los brotes detectados en el último mes en la ría, los cierres no duraron más de una semana.

El comportamiento es distinto al de las mareas rojas por lipofílicas (toxina diarreica) a las que tan acostumbrados están los mejilloneros. Los cierres en polígonos de bateas son mucho más frecuentes que en los bancos marisqueros y son, además, más prolongados.

La ría arousana está saliendo bien parada últimamente de las mareas rojas ya que, frente a los cierres que se están produciendo en las de Pontevedra y Vigo, en Arousa apenas se registran incidencias. Con todo, el viernes permanecían clausurados los polígonos C1 y C2, de O Grove.

«Estamos viviendo una primavera anormal, calurosa, lo que provoca estos episodios curiosos»

Covadonga Salgado