El consello regulador do Mexillón rompió ayer una lanza a favor de la denominación de origen protegida (DOP). La entidad sostiene que este es un sector que genera 20.000 puestos de trabajo directos e indirectos en Galicia. Es también una industria que el pasado año facturó más de 400 millones de euros. Para este organismo está muy claro que «o prestixio que aporta a DOP fai que algunhas empresas plaxien o Mexillón de Galicia con producto de fora».
Para el consello, la miticultura es un sector fundamental para la economía gallega y, sobre todo, para las rías de las provincias de Pontevedra y A Coruña. Con estas afirmaciones, la entidad quiere «apuntalar a implantación e notoriedade» de la denominación de origen.
Certificaciones de calidad
En el último año se certificaron en los muelles gallegos más de once millones de kilos de producto, «cunha media de calidade moi superior ao estándar regulamentariamente establecido», explican en el consello. Y creen que este prestigio, avalado por la seriedad del trabajo y del esfuerzo, es el que provoca que «algunhas empresas intenten plaxiar fraudulentamente o mexillón galego con produto foráneo», aseguran. También recuerdan que el mejillón cultivado en Galicia es el primer producto del mar de Europa que tiene una denominación de origen protegida.
El consello destaca que este sector genera también en tierra una relevante actividad industrial y comercial, que realizan la industria conservera, la de los nuevos procesados y las depuradoras. Además, las bateas y embarcaciones que se dedican a la miticultura son también los principales clientes de los astilleros, centros de reparación, firmas cordeleras y calderas. Al mismo tiempo, el sector está vinculado con el mundo científico y justifica la existencia de centros de investigación y de control que son un referente mundial.
Medio natural
Por último, el consello regulador destaca que este sector mantiene una estrecha vinculación con el medio natural, pues el miticultor no añade ninguna sustancia ajena al medio para la alimentación de estos bivalvos. Su cultivo no requiere fármacos que manipulen las variables ambientales.