El parque de Carreirón, en A Illa, es uno de esos rincones que hacen que los arousanos se sientan como auténticos herederos del paraíso. Quizás sea el valor simbólico de ese lugar lo que propició que ayer fuesen hasta 250 los voluntarios que participaron en una batida de limpieza de ese recinto natural. «Un 80% eran xente da Illa», explica Dani Gondar, el responsable de esta campaña. El resto llegaban desde otros rincones de la comarca e, incluso, desde más allá: «Xente que leva anos veraneando aquí e que tamén quixo participar».
La masiva asistencia a la cita fue la primera sorpresa que la jornada deparaba a los organizadores de esta experiencia. Aún habría más. Y es que la capacidad de trabajo demostrada por quienes acudieron a limpiar Carreirón quedó demostrada con números. «Encheríanse unha media de dúas ou tres bolsas de basura por persona», calcula Dani Gondar. Los sacos se llenaron con todo tipo de residuos. Cajas de pescado, todo tipo de residuos del laboreo de las bateas, entre 20 y 30 nasas, cuerdas... Pero también un sinfín de papeles de caramelos y chicles, una colección interminable de botellas y latas de refresco, y hasta una sorprendente cantidad de botes de cacao.
Este tipo de basura demuestra que quienes acuden a disfrutar a Carreirón no siempre son conscientes de sus obligaciones para con el medio natural. Y lograr inculcar ese respeto es uno de los objetivos de la campaña que se ha desarrollado en el parque natural. «Non só se trata de acudir a limpar, que tamén. O fundamental é que non volva a encherse de lixo. E iso é posible se todos poñemos un pouco da nosa parte», dice Gondar.