La pintora francesa afincada en la isla de A Toxa desde hace una década ve por fin hecho realidad un viejo sueño: apadrinar una iniciativa solidaria en favor de niños con problemas. Mañana se inaugura en la sala Ebusus de Ibiza, organizada por el Rotary Club de esa ciudad, una exposición de sus pinturas con el fin de recaudar fondos para el Proyecto Sylvie Lerat para adolescentes con discapacidad «Escuela de transición a la vida adulta». Con tal motivo, ha donado 34 cuadros realizados en los últimos 25 años de su vida, fruto de sus viajes. Estas pinturas estaban guardadas en la planta baja de su casa en A Toxa y gracias al empeño de su viejo amigo el doctor Eladio Merino Tapia, los óleos y acuarelas han cruzado el país y el Mar Mediterráneo para ser expuestos y subastados en la isla balear. Los precios de salida suman un total de 25.000 euros, pero Sylvie confía en la generosidad de la gente y en alcanzar una cifra mayor. La causa bien lo merece.
La exposición permanecerá abierta hasta el 14 de agosto y, en caso de que no se vendan la totalidad de las obras, volverán a organizarse futuras subastas. Sylvie no podrá estar mañana en Ibiza pero no estará del todo ausente. Eladio Merino leerá un breve discurso en su nombre en el que mira al pasado y al futuro. Sylvie recuerda que ya participó en 1994 en una exposición colectiva, también en Ibiza, organizada por Unicef, lo cual constituyó «el primer paso del desarrollo personal que me planteaba». «Luché varios años en Galicia para encontrar el lugar y las personas interesadas por un proyecto de donación mía, pero, como predestinada, viene a buscarme Ibiza y Eladio Merino, el cual tendrá para siempre mi profundo respeto y agradecimiento». El dinero que se recaude con la exposición se destinará íntegramente a esta escuela, que se desarrolla con la colaboración de las organizaciones benéficas de la isla ASPANADIF, APFEM y APNEEF. Según explica el doctor Merino, los adolescentes que sufren alguna discapacidad psíquica y física se sienten «perdidos» cuando terminan su etapa escolar porque el sistema no le ofrece opciones para completar su formación. El proyecto Sylvie Lerat pretende llenar este hueco y permitirá crear talleres y organizar actividades para que este colectivo pueda desarrollar las habilidades sociales y personales con miras, incluso, a buscar un empleo en el futuro. El ámbito de actuación se sitúa en Ibiza y Formentera. Lo próximo, una fundación. Pero el proyecto no se acaba ahí. Las asociaciones organizadoras quieren crear una fundación con el nombre de Sylvie Lerat con el fin de seguir contribuyendo a la mejora de la calidad de vida de los jóvenes con discapacidad. Ella, que perdió a su único hijo hace 25 años, quiere que todos sus bienes repercutan en favor de esta causa y, para ello, está dispuesta a sumergirse en el mundo de la burocracia, las relaciones públicas y viajar a Ibiza, dejando la rutina y la soledad que encontró en la isla grovense. Vuelta a la pintura. Esta «llamada» le ha cambiado tanto la vida que Sylvie ha decidido volver a sus pinceles. Hace un año daba por zanjada su etapa artística, pero todos los cuadros que se vendan para financiar la fundación son pocos, de modo que ha decidido ampliar su colección con nuevas obras. Y no quiere estar sola en esta empresa. Su intención es implicar a otros artistas en esta aventura. Por ello, los invita a ponerse en contacto con ella a través del Rotary Club Ibiza. La pintora afronta este reto con ilusión y emoción, pero sin afán de protagonismo. «Todo esto ha llegado a mí, yo no quiero ser famosa», indicaba ayer. Pero la trayectoria de Sylvie no es de las que pasan inadvertidas. Viajes, amores, tragedias, arte y mucha espiritualidad jalonan una vida en la que ahora le toca el turno a la solidaridad.