A Illa rebaja seis euros el recibo de la basura a quienes practican el compostaje de residuos
AROUSA
Reciclar siempre compensa. Compensa por el bien que se le hace al medio ambiente, y por la sensación de deber cumplido con la que se queda quien separa sus residuos y busca la forma de reutilizar mucha de la basura que genera en su día a día. En A Illa, reciclar tiene también un premio contante y sonante. En el último pleno de la corporación, el gobierno local aprobó en solitario una bonificación fiscal para quienes convierten los residuos orgánicos que generan en sus casas en compost.
Hace tiempo que el gobierno isleño daba vueltas a la idea de premiar a quienes participan en el plan de reciclaje impulsado desde el consistorio. Ha llegado la hora, y quienes hayan apostado por poner un compostero en su vida se toparán con una rebaja de seis euros en su recibo de la basura. «Nos tempos que corren, non puidemos fixar outra cuantía», explica la concejala de Medio Ambiente, Lola Folgar.
Algo es algo. Esos seis euros, explica la edila del gobierno local, «deben interpretarse como un premio a quen está a pasar un traballo polo ben de todos». «En ningún caso se pode interpretar esta acción coma un gasto, máis ben como unha inversión para conseguir que aumente o número de persoas que optan pola compostaxe», señala la concejala. Sus palabras parecen ir dirigidas al Partido Popular, cuyos representantes en el Concello votaron en contra de la bonificación. Juan José González explica las razones de ese voto negativo. «Nós non estamos en contra da compostaxe, todo o contrario: todo o que se faga para mellorar o medio ambiente nos parece ben», explica el portavoz popular. «O que pasa é que non todo na vida se fai por cartos. Reciclar é unha cousa que hai que facer por conciencia», señala, justo antes de apuntar que el gobierno local se está adentrando en un terreno pantanoso del que le va a costar trabajo salir. Y es que en A Illa, aseguran, hay gente que tiene composteros y no los usa. Y habrá pronto «quen vaia pedir composteiros só para que lle rebaixen os seis euros».
Lola Folgar descarta esas posibilidades. En primer lugar, señala que desde el comienzo de este mandato, el Concello ha puesto en marcha un estricto control de los 399 composteros repartidos por el municipio, de los que hacen uso 267 familias -el desfase entre ambas cifras se debe, básicamente, a que en algunas viviendas hay más de uno de estos contenedores-. Los técnicos municipales inspeccionan periódicamente el uso que se les da a esos recipientes, a fin de asegurarse de que se les está sacando el máximo partido posible.
Controles
«Esto non funciona por casualidade», sentencia Folgar. «Levamos tempo facendo un control moi estrito de todo o proceso, ata do reparto do toxo, así que por ese lado non ten que haber problema ningún», señalaba la concejala de Medio Ambiente de A Illa.
El Concello, señala, dispone de toda la información necesaria para poder poner en marcha esta bonificación sin que ello suponga un trabajo extra para la Administración local, y manteniendo la puerta bien cerrada a la posible aparición de pícaros que quieran aprovecharse de la bonificación sin dar nada a cambio.