Pasos canadienses solucionaron el problema en Oia

La Voz

AROUSA

08 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Ayuntamiento de Oia recibió hace dos años una ayuda de la Xunta de Galicia para la colocación de alambradas a lo largo de la carretera que atraviesa la Sierra de la Groba y llega hasta Burgueira y pasos canadienses en los principales accesos a la zona forestal. De esta forma consiguió erradicar casi por completo el peligro que suponía que vacas o caballos salvajes invadieran el vial, especialmente durante las horas de la noche. Sin embargo, en O Val Miñor continúan existiendo tramos donde hay un verdadero peligro, especialmente durante la temporada de curros, que es el momento en el que los animales se desplazan más por el monte y andan más despistados. Uno de los puntos más conflictivos es la carretera PO-340 que une las localidades de Tui y Gondomar, cruzando el alto de San Antoniño. El año pasado se registraron dos accidentes en los que los vehículos fueron declarados como siniestro total después de chocar contra caballos salvajes. La Xunta ha presupuestado un millón de euros para la mejora de la seguridad en esta carretera, en la que los usuarios reclaman un sistema que permita controlar el acceso del ganado a la calzada. En carreteras vecinales del municipio de Gondomar también suelen producirse accidentes por esta causa.