Sobre las diez de la noche de ayer, los vecinos de Trabanca Badiña dieron aviso al 112 denunciando que una caravana del poblado gitano ardía pasto de las llamas. Una dotación de los bomberos de la subsede de Vilagarcía se trasladó de inmediato al lugar, pero nada pudieron hacer por salvar el vehículo, que se quemó prácticamente en su totalidad. Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales, y eso a pesar de que la caravana estaba al lado de algunas chabolas que ocupan las familias gitanas que desde siempre viven en la zona. Las consecuencias pudieron ser aún peores, porque en ese vehículo duerme habitualmente un joven sordomudo que, de estar dentro, ni siquiera se habría enterado de lo ocurrido. Afortunadamente no se encontraba entonces dentro de la caravana.
Tanto los vecinos de Trabanca como los residentes en el poblado gitano se arremolinaron ayer en el lugar del suceso, en medio del monte, en tanto los bomberos hacían su trabajo. Entre ellos se encontraba el concejal de IU Ramón Bueno, vecino de la zona. Los residentes aseguraron que ya la semana pasada se produjo otro incendio en un furgón que estaba situado un poco más arriba de la caravana que ayer fue pasto de las llamas. Y sostienen que ambos sucesos fueron intencionados. «No sabemos quién lo hizo, pero esto es alguien que quiere hacer daño», aseguraba una mujer de raza gitana en la noche de ayer.
Los dueños del vehículo quemado no se encontraban en ese momento en el lugar porque se trata de una familia que tiene negocios de feria y que durante el verano van de fiesta en fiesta con sus tómbolas y sus casetas de tiro. «La usan solo en el invierno, aunque hay un chico que duerme allí. Menos mal que no estaba dentro, porque es sordomudo y si dormía en ese momento no se iba a enterar de nada».
Los vecinos aseguraban ayer que no habían visto a nadie sospechoso en las inmediaciones y que no sabían quién estaba atentando contra los gitanos. La Policía se presentó en el lugar para investigar los hechos.