Camiño respalda a la Xunta en la idea de retirar a BATA del aula de autismo

AROUSA

23 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

A BATA, la Baión Asociación Tratamiento del Autismo, le ha salido un nuevo escollo en el camino para seguir haciéndose cargo del aula estable de autismo que se imparte en las instalaciones del colegio de A Lomba, en Vilagarcía. Si en los últimos días era la Xunta, y más concretamente la Consellería de Educación, ayer mismo, la concejala del mismo área en Ravella, Susana Camiño, se posicionaba en la misma línea, la que prefiere contar con personal funcionario salido de la enseñanza pública y no con los profesionales que durante el pasado curso hicieron estas labores y que cuentan con el beneplácito de los padres.

La edila socialista respalda el criterio del PP en la nueva Xunta en este punto, que ha ido adquiriendo importancia a medida que pasaba el tiempo y no se despejaban las dudas sobre si continuaría adelante o no este servicio. Una vez que los miembros de la asociación Por Dereito visitaron Santiago para reunirse con responsables del gobierno regional y que haya quedado asegurada la continuidad del aula, falta por conocer quién se hará cargo de la misma.

Susana Camiño asegura que le parece «muy bien» que se mantenga el aula estable en A Lomba pero sentencia que el personal idóneo para ponerse al frente del programa «tienen que ser funcionarios», por lo tanto BATA, en las condiciones conocidas hasta el momento, quedaría descartada por las dos administraciones, la municipal y la regional.

De hecho, la política que defiende la concejala vilagarciana es que «en un centro público, tiene que haber funcionarios públicos y en un centro privado, lo que considere ese centro» y ve con buenos ojos que se cumplan los edictos de la consellería en este sentido.

El otro gran punto de desencuentro en todo este tema es el de la idoneidad o no del personal que designe el ente regional. Conocida es la postura de los padres afectados de que lo más operativo es que no se cambie al profesorado para no interferir en el avance y la formación de los pequeños. «Entiendo y respeto la postura de los padres, pero eso no implica que los funcionarios no tengan la misma preparación como para atender este aula», zanja Camiño.

La otra cara de la moneda

Mientras en los despachos de Ravella se quiere quitar hierro al asunto, una vez que ha quedado confirmada la renovación del servicio, en BATA se muestran cautos a la hora de posicionarse ante los últimos acontecimientos. Si por ellos fuese, renovarían sus funciones, ya que la experiencia ha sido positiva también para la asociación.

Dos profesionales del colectivo se hicieron cargo durante el pasado curso de los seis menores con autismo y ahora lamentan que, dejando buen sabor de boca, tengan que depender de este tipo de decisiones. Desde la directiva recuerdan que «loitamos durante bastante tempo para conseguilo» aunque acatarán los edictos de las instancias superiores si no tienen más margen de maniobra posible para renovar en el servicio.