La CIG asegura que, con la entrada del Hospital do Salnés en la red pública sanitaria, la dirección del centro ya no podrá «manipular» la gestión de las listas de contratación, como a su entender se hacía hasta ahora. Según Begoña Agrelo, la CIG desbarató el intento del centro sanitario de sancionar a una trabajadora de las listas de contratación «ao verse obrigados a tramitar as incidencias á Dirección Provincial do Sergas, ao igual que se ven facendo no resto dos hospitais da rede».
A entender de la CIG, el equipo directivo de Pedro Soler trataba de manejar las listas primando «irregularidades, favoritismos e imposicións». Denuncia el sindicato que en esta ocasión se pretendía castigar a una trabajadora «erixíndose en tribunal de xustiza, coa pretensión de suspendela de chamamentos».