El plan puesto en marcha por la Diputación de Pontevedra para acabar con el peligro que suponen los quitamiedos para los motoristas ha llegado al vial que sube hacia el monasterio de Armenteira, en el municipio de Meis. El presidente de la Administración provincial, Rafael Louzán, se encargó ayer de supervisar la instalación de las barreras de seguridad en esa carretera. Las obras han afectado a un tramo de unos quince kilómetros y alrededor de medio centenar de moteros pudieron comprobar ayer la reforma realizada en esta zona.
La subida al monasterio de Armenteira es el segundo vial de la comarca arousana en el que se han instalado las nuevas barreras de seguridad. Fue la asociación de Motoristas de Galicia la que se encargó de elegir las carreteras provinciales en las que más urgía la colocación de este nuevo sistema. La primera de ellas fue la que comunica Carracedo con Catoira, «polo concurrida que está», explicó ayer Louzán. La segunda, la subida desde la vía de O Salnés hasta el monasterio de Armenteira. En este caso, el motivo es el trazado que presenta el vial.
Según explicó el presidente, la entidad se ha gastado durante el pasado año un millón de euros en dotar a las vías provinciales de estos sistemas de seguridad. «Agora xa é un tema imparable porque os colectivos de moteiros lograron sensibilizarnos», explicó Louzán, quien llegó a la concentración sobre dos ruedas. Asegura que este sistema ha logrado ya salvar más de una vida, «coma a dun rapaz de Cesures porque se non houbera estas medidas de protección podería terse matado», añadió. Por eso la Diputación continuará durante este año instalado barreras de seguridad en otras zonas de la provincia, como A Cañiza o Figueirido.
Las nuevas barreras se han instalado en la parte más baja de los quitamiedos. Se trata de unas barras galvanizadas que impiden que el motorista sufra graves daños al colisionar con uno de los apoyos de la valla. «Trátase dun producto caro, porque vai todo galvanizado», explicó el presidente. A continuación, se subió a la moto y, acompañado de decenas de motoristas, recorrió todo el vial hasta llegar a Armenteira.